Francisco Mira

El agua llegaba mansamente se mezclaba entre la arena y sus pies desnudos, la brisa era levemente, sus pulmones respiraban el aire del levante, el sol comenzaba a despertar del sueño profundo, la playa solitaria en una mañana cualquiera, la primavera saludaba a los barcos que a lo lejos se iban en busca de la libertad, cerro los ojos, camino hacia dentro del mar, se puso de cuquillas, el agua mojaba sus piernas y parte de su cuerpo, cuanto que daría por libertad del mar, siempre contemplando la vida desde el horizonte. Hoy era feliz, era querida, tenia unos brazos fuertes de la abrazaban, un cuerpo que encontraba las estrellas, un te quiero, un beso en los momentos que lo necesitaba, allí ante el mediterráneo, encontraba la libertad del barco sale en busca de nuevas sensaciones. Todos los días se sentía amada, después de tantos años huyendo de la miseria del amor, tenia al hombre quería vivir el presente, sin mirar al maldito futuro que tanto daño fue esclavo de él. Huyo años del amor

Hacia años que no estaba en esta casa, noches de verano, días de la niñez, primeros años de adolescencia. La casa estaba deshabitada, polvo, telarañas, y algún pequeño roedor paseándose por las estancias. La última vez que estuvo en la casa fue en los primeros días del año ochenta cuando falleció su abuela, la casa del pueblo como la llamaba su madre cuando en días de verano pasaban las vacaciones, cuando la España la última quincena de julio disfrutaba del periodo vacacional de playa, montaña, donde las grandes ciudades quedaban vacías y las carreteras se llenaban de SEAT 600. Los pueblos despoblados del campo español, pasaban al esplendor al llegar los veraneantes como llamaban los lugareños. Subió la escalera, llego a la azotea, empujo la puerta, al abrirla su ruido fue notable, camino hacia la ventana de portones la abrió, el sol se poso en la estancia después de muchos años de oscuridad, diviso enseres amontonados y al fondo un viejo baúl, paso el dedo se le impregno de pequeñas p

La vida esta llena de magia, momentos determinantes, especiales, entrañables. La magia de un encuentro. La magia de un preparativo. La magia del amor. La magia de empezar a leer un libro. La magia de entrar a una sala de cine, esos momentos que se apagan las luces, te acomodas, la magia de una película te secuestra. Hay veces que olvidamos ser los magos de la vida, cuando nos damos cuenta el momento se ha esfumado, sin aprovechar ese momento que nos depara la vida, que tanto somos magos de complicarla, en vez de saborearla. Muchas veces la magia de empezar una nueva vida. Ser el ilusionista de tus momentos. La magia de un TE QUIERO. La magia del despertar cada mañana. Palabras con magia, besos de magia, personas con magia. ¡Que comience la actuación¡ La magia de la vida. PD. La foto es la magia de la primavera.

Desde la antigüedad el hombre encontró el teatro como el gusto de cambiar las apariencias y asumir otros personajes. El teatro es la pureza del arte de la interpretación, la frescura e imaginación en un pequeño escenario donde los errores se camuflan con el guión sobre la marcha. Se abren las puertas avanzas por el patio de butacas, te acomodas en tu asiento asignado, esperas impacientemente, es la hora aun no ha comenzado, esta repleto de publico, pasan los minutos, miras el reloj, se apagan las luces, se hace el silencio, se abre el telón, aprecias el decorado, los actores comienzan la interpretación, gestos, mimos, palabras, posturas, risas, llantos. Estas concentrado en la obra, delante de ti, tan solo a unos metros la historia avanza rápidamente, en esos momentos solo tu mente esta pendiente del ajetreo teatral, los actores pasados unos minutos han olvidado los nervios que noche tras noche les acompaña al empezar, unos más tensos, otros más relajados, pero todos están dispuestos