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Mostrando entradas de enero, 2011

Otra noche igual.

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Iba caminando hacia su casa, las manos en los bolsillos descosidos, cabeza baja, mirada de tristeza, unas bellas lagrimas recorrían sus mejillas, la noche estaba en las primeras horas, iba ser una más larga que las otras, que muchas veces se hacían interminables tapado en unas viejas mantas a luz de una bombilla de 40 watios oyendo el ruido de los roedores que deambulan a sus anchas tan pobre como eran ellos. A lo lejos la ciudad el cielo se iluminaba de colores de las palmeras de fuegos artificiales que deleitaban a grandes y pequeños que estaban viendo la cabalgata por las calles madrileñas en todo su esplendor y colorido, expectantes de llegar a sus hogares para abrir los regalos bien empaquetados con la dirección del remitente de SSMM de Oriente. Una noche más tendría que imaginar que jugaba con juguetes, hoy iba ser especial soñaría que jugaba con el viejo escaletric que dejo de funcionar el año pasado por que las goteras lo habían estropeado, iba ser el piloto de formula, por

Año nuevo

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Faro del cabo de Palos. El día era soleado, el frío se acomodaba en los pocos rostros que encontré en mi ruta, algunos caras de una noche de serpentinas, deseos, copas y risas en aquella mañana de año nuevo, el puerto respiraba aparente tranquilidad, solo un velero madrugador buscaba la salida de la bocana del puerto, la mar aparentemente adormecida, a lo lejos sonaban las campanas de la torre del Ayuntamiento, eran los toques de las nueve de la mañana acompasado del sonido de algunas gaviotas que revoleaban entre acrobacias matutinas. Me adentre por la muralla que rodeaba el puerto protegida por las rocas camine hasta llegar al final del puerto milenario, que siglos atrás se defendió de ataques de pitaras berberiscos entre días de gloria mezclado con noches de miseria y desolación. La brisa fresca y fría daba una tonalidad a mi cara de colores rojizos, me aposente en una roca donde el mar rozaba mis botas, mire el mar de las tonalidades azules verdosas, el sol del levante estaba