Francisco Mira

  Vienen años muy duros, por muchas vacunas y todas sus historias, la pandemia del Covid19, virus de dudosa procedencia natural, artificial, mezcla de ambos, que se escapo de un laboratorio, o que si apareció en un mercado, la verdad nunca la sabremos, porque hay muchos intereses en tal asunto, como en todos los grandes asuntos mundiales, esta la verdad oficial, la verdad de los supuestos, lo cual no os preocupéis nunca sabréis la verdad. La crisis económica va ser muy dura, un pueblo sumiso bajo condiciones bajas siempre es dominable, el poderoso os abrigara con pequeñas limosnas y muy buenas palabras, como buenos esclavos obedientes ovacionareis a su paso. Cada día el adoctrinamiento por sus comprados medios de comunicación os dará la razón, la culpa es del otro, del que no piensa como vos. Soros, Gates y todos los poderosos cada segundo que pasan en la tierra mucho más ricos, acosta de vosotros queridos niños que os tienen dominados por sus esbirros comprados escondidos en traje de

Gotas de lluvia, tras los cristales, en los días tristes de mis entrañas. Laberinto en mi mente, oscuridad en el presente, confusión entre ficción, y la realidad. Tarde de primavera de este mes de abril, con mascarilla en el rostro y sin traje gris, la lluvia cae tras los cristales y cada una de mis historias se evaporan entre las grises nubes que envuelven el cielo plomizo, suenan truenos, aleluyas y cantos, relámpagos adornan la tarde gris de primavera. Escucho el viento como recita poesías, los paraguas se rompen, como los maltrechos corazones, heridos y traicionados, y esta tarde larga de tormenta sigue avanzando lentamente entre miserias y oscuridad. Escribo en un papel amarillento con tinta de sangre roja, cierro los ojos, dejo de acomodar viejas palabras, se quedan huérfanas, tristes y solas, como el naufrago en alta mar, a merced del destino y la providencia.

 Quien soy, quien vive dentro de mi, el Demonio o el Ángel, a veces me busco y no me encuentro, otras sin buscarme, se quien soy, en los días de lluvia veo las tinieblas dentro de mis entrañas, fugaces relámpagos en mis adentros, los días nublados pasan sin pena ni gloria, los soleados luce la felicidad.  Quien soy, el del pasado, aquel que no conoce el presente, porque vive en el futuro que esta por llegar, en estas contradicciones que habitan en el bosque de mi cabeza, sombras negras y blancos grises, si fuera tan fácil saber quien soy, unos días vestido de carnaval, otros desnudo como el viento, los meses suceden, las hojas del almanaque van al reciclaje de papel, nada es lo que parece, los miedos habitan en los días impares y los pares desaparecen. Quien soy, el ingenuo, o tal vez el ignorante, pude que las dos cosas a la vez, unos días convivo con la falsedad y otros la odio, unas mañanas me levanto con viejas leyendas, otras con la dura realidad, y en este mundo de mentiras y apa