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Mostrando entradas de julio, 2019

Calles de los pueblos

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Viejas calles de los pueblos repletas de leyendas, de cuentos de hadas y de misterios. Calles antiguas, noches de matrona en candil en mano, llantos de recién nacido. Luces y sombras, refugios de guerra en sus cuevas traseras, rezos y plegarias. Inviernos de agua nieve, viejos carros transitando, nieve en sus cargas, años de miserias. El cura y el monaguillo, cruz en las calles, llantos al difunto velatorios en sus alcobas. Arrabales mundanales, pedidas de mano, serenatas desafinadas, trajes heredados. Calle donde fueron mis primeros llantos, en  los días del nodo del blanco y negro, la España de camisa azul y boina roja, que hoy todos rechazan, muchos de sus antepasados alzaron el brazo no se, si con fervor y devoción o solo por cobardía. Calles de los pueblos.

Prisas

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Llegaba tarde a la cita, la puntualidad era un escollo para mi, las palomas jugueteaban por la plazuela, baje corriendo las escaleras, abrí la puerta de la cafetería, mire hacia el fondo, y no la encontré, me quede en la barra y tome un café, había llegado una hora tarde. En mi vida todo era urgente y aquel día deje de jugar a las prisas. Cuando salí de la cafetería aun estaban las palomas viviendo la vida pausadamente, camine despacio por las calles de la ciudad mirando tranquilamente cada uno de los rincones y descubrí la esencia de la vida.

La vida

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Nació en el olvido. Creció sin recuerdos. Vivió sin nada Y...beso el amor. Heredo la vida.

5 de Julio

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Querida Princesita hace cinco años cumplías dieciocho, recuerdo que estabas muy contenta por tu mayoría de edad y por haber sacado la nota de la selectividad que tu deseabas, y a partir de esos instantes comenzaba un nuevo reto para ti. Sabedor de tus ganas de luchar y constancia en tus nuevos retos, me pareció bien, pero sin dejar de reconocer que comenzó una preocupación, tu querías volar, tenia que dejarte alzar el vuelo. Recuerdo cuando subiste hacia el anden el primer domingo caluroso de septiembre, para coger el ave, te despedías tímidamente alzando el brazo desde la plataforma de arriba, nosotros bajo. En el primer año, los cambios siempre son difíciles, tuviste momentos de bajada, pero supiste recuperarte seguir con el vuelo, ahora después de cinco años y mucho trabajo, esfuerzo, nervios, noches de flexo y libros, has conseguido el reto y el sueño. Pero se que esto no se acaba aquí, ahora viene la segundad mitad, seguir luchando, trabajando con sudor, momentos no tan buen