Tiempos de esperpento

No fue un horror, fue un esperpento, un gobierno que secuestro a la población en sus casas y cerro los geriátricos cal y canto abandono a los ancianos iban muriendo sin poder despedirse de sus familias. Todos a las ocho de la tare aplaudían de sus balcones a los sanitarios, el señor del Ego pasado mes y medio nos dejaba a salir a la calle por horas, durante el encierro en nuestras casas los espías anónimos pasaban partes a policías de quienes abusaban de pasear al perrito, poco a poco se abrieron los centros de atención primaria, aquellos señores del balcón a quines aplaudían ahora agredían por que los sanitarios no les atendían o les hacían esperar demasiado tiempo a la espera, todos al primer síntoma querían un test de Covid, el nerviosismo aparecía en forma de insultos, aquellos heroes ahora eran villanos, tiempo después todos como corderitos a la vacuna era muy importante tener el pasaporte Covid para poder entrar a un bar a tomar cervezas, en fin toda la paraferna...