Francisco Mira

  El tonto del futbol. Mister de los martes en la Champions. Movistar plus. Cerveza y bocadillo de catalana. Suena el himno  de la Champions. El hombre gris viste con la camiseta del equipo. Se acomoda en el sofa comprado en Corte Ingles. Se convierte en Mauriño. Gesticula, chilla, da ordenes al plasma. Suelta improperios...Imbécil.. La culpa es del VAR. Final del partido. Apaga el televisor con mala leche. Esta noche le cuesta conciliar el sueño. A la mañana siguiente suena el despertador. Vuelve a la realidad. El repartidor de paquetería.  

 Cuando miras atrás y te das cuenta, del pasado de la vida, aquello que hiciste y que ahora no  volverías a repetir. Dentro de diez años sucederá lo mismo te arrepentirás de lo haces ahora mismo. Asi pasamos la vida con el mismo guion, que se repite una y otra vez, con matices del momento en el que te encuentras. 

Como tu... Sin nada y poco que hacer. Como tu... Con pastillas y colesterol. Como tu... Con mucho peso y pocas ganas de dieta. Como tu... Sin besos y abrazos. Como tu... Con Visa y sin crédito Como tu... Sin sueños y con pesadillas. Como tu... Botella de cerveza y barrigón Como tu... Sin pasado y ningún futuro.  

 Te odio. A ti y tu sombra. Es la hora de la siesta. Meteros los Wasap por el culo. Cosas sagradas. La siesta de pijama y orinal. 

 El sabe mucho. El que todo lo hace bien. El de las vacaciones caribeñas. El de mujer con silicona cada tres años. El perfecto. Y en el fondo Don Nadie. El hombre de las apariencias. Tinte en su cabellera y tardes de GYM. Al llegar la noche ...Pan y aceite de menu. Deudas por pagar.

  En el Siglo XXI vivimos rodeados de ruidos externos, la velocidad por la cual caminamos por la vida, nos lleva a vivir en automático, y aquellos que quieren llevar el control de la sociedad, callan, piensan y actúan. El ruido externo te hacen ver que tienes que vivir dentro de unas normas o estándares que marcan ellos desde la sombra, y lo consiguen de formas variadas, una es el entretenimiento de las masas, como el futbol y sus polémicas, o plataformas audiovisuales como por ejemplo Netflix, o estar todo el día en smartphone enganchado a tok tok, face, X para hacer activismo que enfrenta a la sociedad quienes no comulga con las líneas trazadas de los poderosos. Y también la sociedad busca la diversion atreves del alcohol y las drogas, que les lleva a una adicción que no saben que la tienen... A si estamos entretenidos sin escuchar el silencio de nuestro interior, que es donde mana la esencia del ser humano, no aquel que te venden del exterior que es el éxito social de reconocimi...

  El amor y la tos es lo único que no se puede disimular. El amor nunca muere de hambre, con frecuencia  muere de indigestion. Es tan feliz el que ama, como el que ignora el amor. Para el amor no hay más maestro que el amor. Amar no es solamente querer, es comprender.  Quien pueda decir cuanto ama, pequeño amor tiene. La amistad es un amor sin alas. El amor no es mirarse el uno al otro, es mirarse juntos. Cuando más amamos alguien, menos conviene halagarle. Yo solo amo una cosa, hacer bien lo que tengo que hacer.

  Entre un padre y un hijo no hay nada más malo que el silencio. No llego a entender con lo inteligentes que son los niños y lo tontos que son los adultos. No te rías de las lagrimas que derrame un niño, todos los dolores son iguales. Por severo que sea un padre juzgando a un hijo, nunca será tan severo como un hijo juzgando a un padre. Tener un hijo es una decisión trascendental, tener tu corazón fuera de cuerpo vagueando. Dale alas a tus hijos, no sea que cuando te enteres vayan en parapente.  Una de las cosas más gratificantes es la sonrisa de un niño, una de las cosas más amargas es el llanto de un niño.  Los niños son actores natos, nadie puede enseñar algo tan normal, como interpretar. El niño conoce instintivamente a su amigo, y a su enemigo. Los niños comprenden todo, más que nosotros, y no olvidan nada. Los niños  adivinan que personas los aman , es don natural, que al crecer se pierde.

De que me vale hacer lo que quieren  los demás.  Al final todos vamos al mismo sitio. Asi que hago lo que me sale del forro.

  Los dos callamos, creíamos ser uno mismo, éramos unos impostores del corazón. La radio suena la melodía del amor perdido, del nunca existió, paranoias de las cabecitas.   

  Mi primer beso, y el último, desapareciste.  Me quede a dos velas, sábado por la noche, whisky con cola en mis manos, él tonto en la puerta. Me largue caminando, llovía a mares, lagrimas en mis ojos. Acabe la noche con una magdalena, cien euros y solo hablamos.

 La mujer del vestido blanco. Detrás del escaparate, maniquí de día, viuda de noche.

  La felicidad del algoritmo, la sonrisa de emoticonos, el baile en el ti tiktok, analfabetos de X. Los viejos en Facebook, viajes y comilonas, posturitas y selfies. Adictos del smartphone, en Siglo XXI.

  Si pudiera escribirte mi cuento. Un cuento repletos de besos. Cada noche en la alcoba solos tu y yo. Te fuiste,  y  te llevaste los besos. En las noche de luna llena, recuerdo tus gemidos y los susurros. Te daría mi reino. Te daría mi amor. Te daría mis besos, y también mis mentiras.

 Una vez escribí una carta de amor. Alguien me dijo. ! Cursi ¡ Es que siempre lo fui, Cursi de cartas de amor, con sello de besos, remitente el cursi, dirección el amor. Sin código postal.