Trovador


Gente que miente.
Profesores falsos de la vida.
Mujeres de esquina.
Promesas que se perdieron.
Almas vagabundas.
Hombres que gritan.
Jóvenes que enseñan sus caderas.
Corbatas espantosas.
Las prisas de esta ciudad.
Música del demonio en los cláxones.
Palomas deambulan por el parque.
Abuelos conduciendo carritos.

Un hombre de cabellos blancos y negros largo con barbas de no se cuantos días, meses y años en el olvido de sus días en la calle, canta en un portal acompañado de su guitarra entre la miradas indiferentes,
EL botecito esta vació.
La gente le mira con indiferencia.
La verdad se confunde con la mentira.
La mentira engaña a la verdad.
El odio se enamora de la tristeza.
La tristeza se convierte en lluvia.
La lluvia es la melancolía.

El hombre de cabellos blancos y negros con barba de no cuantos días, sigue cantando, con voz desafinada que solo entienden los enamorados.


Cada noche regresa a su vieja morada en lo ato de las escaleras que conducen al castillo moruno, con unas pocas monedas, muchas ilusiones, cada escalón es un propósito, cada instante es un segundo de vida, sube y sube las viejas escaleras de muchos siglos en sus piedras como las canciones del trovador del amor.

Trovador de las estrellas.
Trovador de la calle.
Trovador de la verdad.
Trovador toda la vida.

Comentarios

Pluvisca ha dicho que…
Triste pero llena de vida, de esa vida que hemos de comernos cada dia a bocados aunque no nos gusten todos sus ingredientes...

Un abrazo

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