El viejo sabio


En un pequeño pueblo en el desierto habitaba un anciano, no era tan mayor como la apariencia de sus cabellos largos, barba blanca y ropas viejas casi sin color Su modesta morada estaba a la entrada de aquel pueblecito de aspecto desolador, todos le llamaban en tono despectivo “ el viejo sabio”, la crueldad de estos lugares es infinita mezclada de la burla constante, llegando a limites insospechados de hiriente hacia el anciano.
Un hombre pasaba con su carro repleto de granos de trigo, llego a la posada para pasar la noche.
Y pregunto al dueño de la posada, por el hombre de pelo blanco largos que habitaba en una pequeña casa a la entrada del pueblo.
Le llamo la atención aquel hombre que le ofreció agua a su paso, sin él pedir agua. Llevaba horas que no encontraba agua para beber en la travesía por aquel desierto. Supo leer su mirada, la necesidad del sediento.
A lo que el dueño dijo. - Es un viejo loco, que se cree que es sabio, en realidad es un pobre infeliz-.
Mientras descansa en la cama, las palabras que acaba de escuchar, hicieron calado, que crueldad, para aquel buen hombre que le ofreció beber del búcaro de agua fresca y transparente.
-Quizás sea la envidia-
- Quizás la ignorancia-
O solo sea prepotencia del dueño de la pensión.
A la mañana siguiente fue a visitar al anciano, se alegro cuando lo volvió a recibir con amabilidad exquisita.
-Bienaventurado sea señor por visitar esta humilde morada-
Quisiera agradecerle por el agua que me ofreció.
Una pregunta quisiera hacerle señor, cual es el camino más corto hasta llegar al sur.
El sabio alzo su mirada al cielo se quedo mirando sin pestañear, de repente cerro los ojos durante unos minutos.
Ocurre algo, dijo el carretero.
El cielo estaba despejado sin ninguna nube en el horizonte.
No salgas hoy de viaje, esta tarde habrá una gran tormenta, demasiado para que puedas soportar tus animales y tu mismo, perderás el grano de trigo que es tu pan verdadero.
-Si esta el sol, no hay nubes- dijo el carretero.
Guarda bien tu carro, pon a salvo los animales y el grano de trigo, se que me tratan de loco, si bebiste agua cuando la necesitaste sin pedirla, ahora hazme caso por el bien de tus hijos que necesitan ese trigo que es el pan de ellos.
El carretero volvió a la posada y nada más entrar, dijo al dueño de la pensión que se quedaba otra noche, esta tarde habrá una gran tormenta.
- Se nota que vienes de ver a ese loco viejo chiflado, mientras se reía a carcajadas, por mi encantado otra noche que me tendrás que pagar por adelantado, seguía riéndose a carcajadas del viejo-.
A las siete de la tarde cuando comenzaba anochecer en poco tiempo el cielo se lleno de nubes negras, nada más que contar, los relámpagos, truenos, y el aguacero comenzó a inundar las calles polvorientas, el granizo hizo su presencia de forma que cada piedra de hielo rompía cristales en mil pedazos.
El carretero bajo del habitáculo, la cara del dueño era desoladora como contemplaba que el agua entraba por todos los sitios, entre el ruido estremecedor del granizo, la calle era blanca, el vendaval era impresionante.
- Ya ves el anciano loco-
Ese hombre que esta loco, ese pobre infeliz, el viejo loco, sabio chiflado.
- La envidia, quizás sea prepotencia, o la ignorancia, de este pueblo de incrédulos-.
El viejo loco.
Sois la pobreza de las almas.
El es viejo sabio, vosotros sois la envidia, odio, tristeza, que es vuestra alimentación.
Ir con Dios.

El viejo sabio a la mañana siguiente desayuno como el carretero antes de partir el camino.
Tomaron un té exquisito que preparo el viejo sabio.
Aquí en medio de este desierto de Atacama la vida es un bálsamo de paz donde el silencio es la música que me acompaña durante el día. La noche las estrellas están la solución a nuestros problemas, solo nuestros ojos pueden ver el espectáculo que nos ofrecen muchísimas noches en ellas están los enigmas de esta vida, que no es están misteriosa como puede creer, es simplemente sentido común.

Comentarios

Pluvisca ha dicho que…
Si, sentido común, pero ¿cuantos tenemos sentido común? ayyy los humanos mErL...

Besos

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