Mercadillos de los pueblos

 Los mercadillos en los pueblos tienen su singularidad y llevan décadas, algún par de siglos que en los pueblos tienen un día a la semana donde se instalan, son vendedores venidos de otras poblaciones que de buena mañana ya sea en el frio invierno o en verano los días más tórridos de la estación, ahí están montando sus paradas, ya sea hortalizas, frutas, ropa, zapatos y muchas cosas más. Y en estas décadas donde las grandes superficies se han adueñado el territorio de las ventas. Los mercados ambulantes de pueblo o de ciudades siguen estando al pie del cañón. Y si ese mercado ambulante se instala sábado por la mañana, el gran volumen de gente que lo visita, esas paradas de ropa interior, o de pijamas de todos colores y tamaños, el deambular de los carritos de la compra llena de fruta fresca y hortalizas son la esencia de los mercados y como no los bares próximos repletos de almuerzos y cafés. 

 Antiguamente en los pueblos pequeños hace un siglo, los mismos agricultores vendían sus hortalizas el "día de mercado" como se llamaban, también de los pueblos vecinos llegaban otros agricultores, alpargateros, aceituneros, herreros etc, etc, y en la actualidad siguen estando, los alpargateros por los vendedores de calzados, los herreros ya han desaparecido como se puede suponer, pero los mercadillos siguen estando vivos a pesar de las grandes superficies y otra cosa los vendedores muchos de ellos son generacionales abuelos, padres, hijos, nietos lo cual la confianza de los habitantes del pueblo en la mercancía es muy importante.