El tren


Mi vida ha dejado de existir, estoy en el anden, no se a donde voy, solo se que espero el tren. Las cartas reposan tristemente en una vulgar papelera del barrio, las fotos descansan en paz en cualquier cementerio de recuerdos. Mis cincuenta años son una mochila pesada entre mi espalda, tus veintinueve vuelan en busca de otra presa inocente, besos, promesas, noches de locura amor, alcohol y pasión, en tu mundo de silicona mental.
Estoy seguro de nunca me amaste, solo fingiste, me mentiste, falsa mujer de vestidos de imitación.
Las palabras viajan en este tren del desamor, un tren que nunca volverá a su destino.
Falsa mujer.
Triste hombre.
Mujer mentirosa.
Hombre ignorante.
Soñadora de sueños irreales.
Vagabundo en los sueños.
Tristes vidas.
Grises vidas.
Mentiras de la vida.
EL TREN DEL OLVIDO.



PD. La foto es de internet.

Comentarios

Pluvisca ha dicho que…
Triste poesia, aunque si tomamos el tren del olvido...tal vez ya no recordemos las mentiras que tanto nos hirieron

buen fin mErL

Un abrazo
Carmen ha dicho que…
El andén solo debe de ser un lugar de paso, donde poder descargar la mochila de todo lo inútil y retomar fuerzas para el próximo tren.

No hay un único tren.

Un abrazo
Flautista de Neón ha dicho que…
Por fin he podido entrar. Llevaba tiempo que no conseguía entrar en tu blog para poder leer los nuevos posts.

Como siempre, hermosos relatos, llenos de sentimiento, donde la mente ve en imágenes las palabras que voy leyendo.

Un abrazo, amigo.
Azul. ha dicho que…
Precioso y real relato-poema de la realidad de la vida. Pocas veces, muy pocas las historias de amor entre grandes diferencias son reales. Las más, el más fuerte se aprovecha del más débil sin ningún escrúpulo. Hay que estar atento, aunque es dificil cuando llevas la venda del amor puesta en los ojos.
Pero no por eso hay que dejar de esperar el tren, un tren que nos lleve a ese viaje que merecemos.
Un abrazo, merl. Disculpa por estar tan perdida. No doy abasto con mis temas personales.

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