Querida cabeza


En esta mañana de silencios sueño con tus palabras, los besos dibujados en tus labios, veo tus caricias reflejadas en el viejo espejo, las rosas que te regale siguen estando en el jarrón con agua. Cuando salgo de casa hacía el trabajo cada paso es un recuerdo, cada esquina un olvido, cada calle un desengaño, mis pies son dolor.
Huérfano de tus besos.
Vagabundo de tu cuerpo.
Mi lengua recorre tus pezones.
Sigue jugando con tus pechos.
Encuentra el ombligo.
Llega hasta la vagina.
Mi lengua se vuelve loca.
Imagino.
Sigo imaginado.

Llego a la puta oficina, se diluyen las esperanzas, las caras funebres matinales siguen decorando la fauna hambrienta de lobos arrastrados con colonias baratas que huelen a demonios. Todo es mentira, los son trajes sin etiqueta, el jefe es un calvo que se cree atractivo, el pelota de corbatas espantosas confunde la mañana con la tarde. La pantalla del ordenador es mi salvación entre papeles que habitan por una mesa sin ordenar, hasta que una maldita voz me amenaza con la puta realidad.

Huérfano en el amor.
Hombre derrotado.


Me pesa tu ausencia, me duele tu huida, navego en solitario, padezco tu cobardía.

La puta cabeza no hace más que joderme.

Comentarios

Pluvisca ha dicho que…
Mucho dolor y bastante desesperanza este magnífico escrito mErL.

Espero que solo sea un escrito y tu estes con el ánimo mas alto.

Besos y un abrazo

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