La noche del 5 de Enero



En esta noche mágica del 5 de enero, fiesta de nuestros orígenes españoles nacida en esta tierra. Las cabalgatas recorrerán pueblos pequeños, grandes, ciudades, cada recorrido las caras de inocencia serán las protagonistas de la tarde noche, padres, abuelos, hermanos saldrán a la calle para recibir a sus Majestades Los Reyes Magos de Oriente. Sueños que esta noche o mañana al amanecer serán la realidad, el nerviosismo de los niños y grandes se hará visible en muchas estancias de este país que tan estoicamente esta aguantando estos años duros de crisis económica.
En las cartas no escritas de mucha gente, la única petición es poder encontrar un trabajo digno, para poder seguir viviendo decentemente en este mundo que se ha vuelto bastante loco.
Que esta noche la luz de muchas cartas de niños con sus regalos que tanto sueñan como la de mayores se transforme en realidad.

La mejor medicina es la sonrisa de un niño en la noche de fantasía y colores que vivirán nuestras calles.




Erase una vez unos niños que un 5 de enero jugaban con la nieve en las afueras del pequeño pueblo norteño, la tarde estaba en su ocaso y estupefactos vieron como desde en lo más alto de la montaña las llamas de unas antorchas, bajaban hacia el pueblo, lentamente iban acercándose eran  tres personas en las cuales el hombre de cabellos largos blancos y barba que iba delante llevaba una antorcha en forma de estrella. Los niños se quedaron maravillados viendo aquellos señores a caballo con túnicas aterciopeladas y cargados de cofres. Uno de ellos se dirigió a los niños y pregunto por la casa del carpintero, les pidió amablemente si les acompañaban. Entraron por las calles blanquecinas del pueblo montañés en la oscura noche,  detrás del las ventanas se asomaban curiosos para ver quieran aquellos señores, que con antorchas pasaban con la caballería por las calles, dentro de las moradas la lumbre estaba ardiendo en todo su esplendor para paliar el frió reinante. Muchos lugareños salieron a las calles y siguieron a la comitiva hasta llegar a la casa del humilde carpintero.
Sus majestades se apearon de sus caballos, llamaron a la puerta, José les abrió, les invito a pasar al pesebre, estaba María con el niño, que hacia unos días había nacido. Durante un buen rato adoraron al niño, y le ofrecieron sus prebendas. Salieron del pueblo por las mismas calles que entraron, cada vez más gente estaba en la calle y cuando llegaron a la salida del pueblo. La estrella que los guiaba se convirtió en la cara de Jesús, que se podía ver en el cielo desde todas las partes.
Cada 5 de enero las casas se llenan de ilusión con la venida de sus Majestades de Oriente para adorar al niño Dios, que ha nacido. Los juguetes inundan las alcobas y los nervios no se puede disimular.
Noche de magia y alegría.



Enlace recomendado.

http://www.elmundo.es/elmundo/2012/12/30/alicante/1356865580.html


Comentarios

Pluvisca ha dicho que…
Este año he vivido junto a mi nieto esa experiencia y es magica!!!

Ya estoy de nuevo por aqui!!!

Feliz año!!!

Besos

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