Una tarde de lluvia

Sentado detrás de los viejos cristales de mi posada, los recuerdos invaden mi corazón, la tarde es lluviosa parece otoñal, esta primavera nos vuelve loco, las gotas quedan marcadas en el cristal, como los años pasados, la infancia se evaporo hace décadas, la inocencia se fue con ella, que hermosa que fue. Muchas tardes paseo por la calle que me vio nacer, mis primeros llantos, palabras, pasos, y sobre todo risas de inocencia, risas de bondad infantil, risas del amor recibido. Aquellos años de la década de los sesenta del siglo pasado, en la lejana España se despertaba de años duros y ásperos, comenzaban las primeras televisiones en los comedores de las casas, las primeras vacaciones de playa, todo era nuevo, aquellos hombres y mujeres comenzaban a saborear la sociedad del bienestar. Pocos años después llego los años de colegio, cada vez las aulas estaban más repletas, mi pueblo, un pueblo acogedor, siempre habían niños nuevos en clase, desde el primer minuto eran uno más en...