Tus mentiras
Náufragos sin destino,
labios sin sonrisa,
sombras en el cuerpo,
tristes los sueños,
olvidados en los mares,
días sin sentido.
Suena la música,
moribundo la escucho
mientras desayuno,
pan y aceite
con café descafeinado,
tus ojos son el reflejo
en la taza del descafeinado.
Las estaciones vacías
y en silencio,
espero en el anden
el metro,
son las seis y cinco
de una mañana de
sábado.
Bufanda y gorro
recuerdos de un regalo,
camino por el desierto
del pasado,
lejos quedo el verano
y las noches con sabor
a futuro.
Llueve en el amanecer
oscuro y triste,
aroma arena y barro,
amarguras en las ropas
de moda de un diseñador
excéntrico,
como este cuento
con el príncipe sin
dama ni amantes.
Olvide las alas,
la petaca de ron
y los cigarrillos,
las cartas de un abogado
y las letras,
me lleve los dólares
y unos miserables euros.
En tu casa deje
las respuestas,
copas sin cava,
y los besos en el tapiz
de la alcoba,
los silencios de tus ojos.
Sabor amargo no es una derrota, la tristeza no es una sensación de perdedor, los silencios es el duelo del pasado y la llamada interna al renacer de los nuevos pensamientos para vencer el miedo.
En la playa deje los recuerdos,
en el la orilla el pasado,
en la arena las huellas,
y las olas borraron
tus mentiras.
labios sin sonrisa,
sombras en el cuerpo,
tristes los sueños,
olvidados en los mares,
días sin sentido.
Suena la música,
moribundo la escucho
mientras desayuno,
pan y aceite
con café descafeinado,
tus ojos son el reflejo
en la taza del descafeinado.
Las estaciones vacías
y en silencio,
espero en el anden
el metro,
son las seis y cinco
de una mañana de
sábado.
Bufanda y gorro
recuerdos de un regalo,
camino por el desierto
del pasado,
lejos quedo el verano
y las noches con sabor
a futuro.
Llueve en el amanecer
oscuro y triste,
aroma arena y barro,
amarguras en las ropas
de moda de un diseñador
excéntrico,
como este cuento
con el príncipe sin
dama ni amantes.
Olvide las alas,
la petaca de ron
y los cigarrillos,
las cartas de un abogado
y las letras,
me lleve los dólares
y unos miserables euros.
En tu casa deje
las respuestas,
copas sin cava,
y los besos en el tapiz
de la alcoba,
los silencios de tus ojos.
Sabor amargo no es una derrota, la tristeza no es una sensación de perdedor, los silencios es el duelo del pasado y la llamada interna al renacer de los nuevos pensamientos para vencer el miedo.
En la playa deje los recuerdos,
en el la orilla el pasado,
en la arena las huellas,
y las olas borraron
tus mentiras.
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