Microrrelatos II
Un trabajo
Hay días que son fuego, las heridas duelen y las cicatrices son las huellas de las batallas. Aquí sentado en el viejo y destartalado parque con la botella de aguardiente y un habano de contrabando, mis pensamientos se calman, a la espera de la noche para salir como un perro hambriento en busca de la recompensa.
Apariencias
Vagabundo de las mentiras, poeta de la soledad, orfidal por las noches, mientras pasan los días, no se quien soy, si el hijo de puta los días pares y el buen samaritano los impares. Esto es la vida una puta mierda, llena de apariencia, estatus, todas las cosas de la hipocresía.
Las sombras
Lejos esta el olvido y quisiera que fuera cerca. Cuando intento olvidarte apareces en un rincón de mi mente. Fármacos adictivos son los dueños de mi mundo, y cuando desespero hasta la extenuación, el polvo blanco se adueña de mi sombra.
La vida
Tardes de julio, calor insoportable, se escucha el canto de las chicharras es la banda sonora de la siesta, y el guion de mi vida, tus mentiras escritas en tu mente. No te creo y finjo creerte, la soledad me aterra.
Dijo Adios....
Dijo Adios y se fue, nunca tuvo el coraje de decir la verdad, era adictas a camas extrañas con Visa Oro, y algo más, los fantasmas del pasado pesaban en su vida y la cocaina era su perdición, podía ser escort y camello a la vez.
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