TE AMO

La primavera en su comienzo mostraba la cara sonriente, después de un largo y duro invierno, era sábado el sol comenzaba a buscar acomodo entre las sabanas, se despedía de un día esplendido.
El parque estaba repleto de gente, padres paseando a sus hijos con los carritos, mayores que apoyados de bastón disfrutaban de la tarde, niños comenzaban a dar sus primeros pasos experimentaban sus caídas con la arena y césped que se mezclaba, adolescentes tumbados sobre el verde dando los primeros besos de su vida, curiosos que caminaban mirando a todos los lados.
Se sentaron en un banco de madera donde en su respaldo los corazones pintados de algunos jóvenes habían dejado allí su promesa de amor eterno, que en unos días quedara diluido, entre lagrimas, reproches, e indiferencia. Le cogió la mano, ella empezaba a notar el fresco del ocaso de la tarde, le puso su chaqueta sobre sus hombros. Contemplaban los últimos y tímidos rayos de sol, que se marchaban como un jovenzuelo año atrás cogía el tren de despedía hacia la mili, donde la soledad en el anden era una losa, en el viaje sin destino, allí en orfandad del momento mirando en silencio la despedía del astro solar, las palabras eran mudas, las miradas contenían preguntas las sonrisas eran respuestas.
Se levantaron despacio paseando salieron del parque cuando la luz tenue de las farolas se mezclaba entre la arboleda, se perdieron por las avenidas de la ciudad donde la gente enloquecía con la nueva temporada de compras.
Llegaron después de dos horas caminado a su casa, subieron en el ascensor que les llevo al ático, la ciudad se posaba a sus pies, aquel manto iluminado donde se perdía la vista mirando toda clase de colores de luces.
Le quito despacio la ropa, mientras la besaba, comenzó a jugar con sus pechos erectos, la lengua llego hasta el pubis, jugo con el clítoris mientras ella gemía de placer, comenzó a follarla suavemente, hasta que fue subiendo el ritmo, paso a ser golpes fuertes, rápidos, ella gritaba en cada orgasmo, hasta que él se corrió salvajemente con un alarido Quedaron rendidos de placer abrazados el uno al otro, mientras la ciudad comenzaba a dormir a sus pies.
Puso la radio sonaba una música, él se levanto la invito a bailar, los dos desnudos bailaron en el alcoba, en silencio con los ojos cerrados aquella melodía.

TE AMO.
ETERNAMENTE TE AMO.


Comentarios

Unknown ha dicho que…
UFFFFFFFFFFFF, TELA MARINERA, ERES BUENISIMO MERL, ME HA ENCANTADO TU RELATO.
SI TE LO PROPUSIERAS, PODRIAS ESCRIBIR UN LIBRO.

UN BESO.
ALMAGRISS ha dicho que…
Esa canción... uf que recuerdos me trae de mi adolescecia... era otra époa, en l que definitivamente yo sí creía en todo eso...
Un beso
Anónimo ha dicho que…
Merl, muy buen relato, directo e intenso.

Besos.
Flautista de Neón ha dicho que…
Un relato bellamente descriptivo, con fuerza, intenso, que invita a sumergirse en su lectura sin distracción.

Me ha gustado Merl. Enhorabuena.

Un abrazo.
Pluvisca ha dicho que…
Directo desde el corazón, ¡¡¡precioso!!!

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