La Pepona de Gacha.

Hacia años que no estaba en esta casa, noches de verano, días de la niñez, primeros años de adolescencia. La casa estaba deshabitada, polvo, telarañas, y algún pequeño roedor paseándose por las estancias. La última vez que estuvo en la casa fue en los primeros días del año ochenta cuando falleció su abuela, la casa del pueblo como la llamaba su madre cuando en días de verano pasaban las vacaciones, cuando la España la última quincena de julio disfrutaba del periodo vacacional de playa, montaña, donde las grandes ciudades quedaban vacías y las carreteras se llenaban de SEAT 600. Los pueblos despoblados del campo español, pasaban al esplendor al llegar los veraneantes como llamaban los lugareños.
Subió la escalera, llego a la azotea, empujo la puerta, al abrirla su ruido fue notable, camino hacia la ventana de portones la abrió, el sol se poso en la estancia después de muchos años de oscuridad, diviso enseres amontonados y al fondo un viejo baúl, paso el dedo se le impregno de pequeñas partículas de polvo negro ceniza, con el pañuelo de tela blanco, que dejo de ser, lo paso por todo el baúl, que era de una madera preciosa, con un asas de color oro, la madera dibujado con un barniz una iniciales de una preciosa caligrafía
Dentro había varias sabanas blancas, un traje regional, una teja, una mantilla, un mantel con unos bordados preciosos y en el fondo una caja grande de madera de pino.
Abrió cuidadosamente la caja, dentro estaba una muñeca preciosa de coleccionista y una carta. Leyó el papel amarillento de la carta, volvió a leerla más pausadamente, todas sus preguntas, que años atrás no tuvieron respuestas, ahora las tenia. Los silencios durante cuarenta años, habían encontrado la luz, dentro de un baúl.

6 Enero de 1967.

Querida Dolores, esta muñeca Pepona de colección fabricada con gacha en 1930 es mi pequeño regalo hacia el amor que te tengo. Es una pieza única, que la he cogido del museo de la fabrica.
Quiero decirte el amor que siento hacia ti, sabes muy bien que eres la persona más quiero en el mundo, siempre estas en mi pensamiento de día, de noche y en sueños. Las circunstancias de la vida y de mi familia tan dictatorial y patriarcal que tengo me impide estar a tu lado, ser tu hombre, amarte toda la vida, ser felices, muchas noches en silencio mis lagrimas aparecen cuando la soledad nocturna me vence.
No quiero a mi mujer, ni la quise nunca, siempre fuiste tu, quien ocupo este corazón destrozado. Cada día que pasa odio más a mi familia, apariencias falsas, en la cual viven en su mundo de perfección de cual se creen ejemplar, un abuelo como jefe de la saga hombre católico, dictador, y alcalde de esta maldita ciudad, donde solo tienen la palabra Franco entre sus labios, mi padre que decir, lo conoces, una persona que siempre ha vivido bajo la sombra de su padre, un hombre interiormente muy carente, mi madre que te puedo contar una beata mala, ella y sus charlas con el párroco y mi mujer, bueno esta que se caso conmigo por puro interés económico una persona arisca que me cazó quizás por mis locuras estudiantiles, pronto me di cuenta que no la quería, me deje llevar y al corazón nunca se le pueden poner cadenas, porque mi corazón se deshizo de ellas me enamore perdidamente de esa chica dulce, mirada alegre, cabellos ondulados morenos y sobre todo de sus ojos azulones y la simpatía que siempre lleva en la vida.
No puedo dejar que la maquinaria de mi familia me destrocé, como sabes muy bien mi abuelo me dio la responsabilidad de la empresa al nombrarme director comercial de la firma, porque mi querido padre es el personaje más inútil de este mundo.
Si dejo a mi mujer, bueno a esa persona quien duerme a mi lado por las noches, pues no comparto con ella nada, solo apariencias, y me voy contigo, sabes comenzaría una cruzada para los dos, pero mucho más para ti, porque la maldad de mis seres familiares es inmensa, el poder es el peor veneno de la sociedad cuando se ceba con alguien.
Tu eres la persona que quiero de verdad, me da igual tu noble trabajo de sirvienta en casa de mis padres, lo más triste es que desapareciste sin decir nada, nunca me quisiste decir que estabas embarazada, pero con huida , supe porque te fuiste, se que mi madre te hubiera humillado y tu no dijiste nada, te marchaste alegando añoranza de tu familia, después tantos años era difícil de creer.
Mi vida sin ti es tristeza, siempre te querré, en mi corazón la luz de tus ojos brillan todas las mañanas cuando me levanto igual que por las noches veo como una estrella me hace un guiño que me dice que eres tu.
Quiero que sepas que eres la persona que he amado con tanta locura, la pena que siempre el amor siempre fue a escondidas, solo te pido que me perdones, porque quien ha fallado he sido yo, no he tenido las suficientes agallas de irme de esta vida de poder e haber ido a buscarte vivir lejos de esta tierra los tres felices. Comenzar de cero, buscar el bien para nuestro hijo, siempre en hogar donde el pudiera crecer junto a nuestro amor eterno.

Si algún día me perdonas, me gustaría poder conocer a mi hijo.

Te Quiero Dolores.

Alfredo.

Cogió la carta la metió dentro del cajón de madera junto a la Pepona de gacha, se la llevo con él.
Allí estaba la verdad que siempre quiso en saber, todos le evadían , hoy la quería para él.



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