Cartas



Todos los días mecánicamente al entrar en el portal de entrada a los viejos pero coquetos pisos, recogía el correo depositado en el buzón. Nada más acceder al ascensor que le llevaba al décimo piso, ático donde se recogía tras la jornada de duro trabajo, echaba por encima un pequeño vistazo a las cartas malditas, siempre recibos bancarios, luz, agua, hipoteca, entre otras cosas y publicidad a su nombre de ganador de maravillosos premios que nada más entrar iba a parar a la papelera sin abrir la carta, en aquellos instantes el corazón se acelero como un atleta en el tramo final de los 100 metros lisos, un calor recorrió todo su cuerpo en aquel pequeño habitáculo ascendente, al llegar a la puerta B, le cayeron las llaves al suelo de la rapidez que quería entrar, encendió la lámpara isabelina que daba resplandor aquel clásico salón, de pie abrió la carta, el matasellos era de Berlín, mientras leía le temblaban las manos, se dejo caer en el sofá de tapiz ocre, las imágenes de color crema de las paredes, acompañadas de oleos azulados, comenzaron a vislumbrar sombras oscuras entre todos los objetos, tonos difusos, volvió a leer la carta por tercera vez, estaba tiritando de frío, el sudor de la sien empapaba toda la cabeza, no quería entender nada, le costaba asimilar lo que estaba leyendo.
Las palabras se cruzaban por su mente, los silabas retroban en su cabeza, la mirada fría de aquella mañana estaba allí presente, en aquel maldito 14 de febrero cuando en silencio abandono el ático.
No le quedan lagrimas, se acabaron después de dos años donde creyó que se iba volver loco, días de psicólogos, tardes psiquiatras, pastillas, noches de insomnio. Los años no le habían hecho olvidarla, si dejarla de quererla.
Sonó el teléfono, no se inmuto. Las lagrimas eran para la otra.
Ella había muerto.
La foto que había dentro del sobre la rompió en diez pedazos los años que duro el amor, las tiro por la ventana en una noche fría madrileña.

PD. La foto es de internet.

Comentarios

Pluvisca ha dicho que…
Triste y emotivo relato, me transmite esa soledad que elijes cuando sabes que nada mas puedes hacer...

También el dolor que provoca el desamor, esa parte nuestra que muere con él y que ya no recuperamos, al menos no del mismo modo...

¡¡¡Buen año merl!!!

Un abrazo
Carmen ha dicho que…
Qué fácil es enamorarse, qué difícil amar y qué duro el desamor.

Y pese a todo, hay que pasar
página, porque otras cartas, más hermosas, están aún por escribir.

Deseo que el año que estrenamos te reserve momentos maravillosos.

Un abrazo
AdR ha dicho que…
Pienso que le llegó la notica de la peor y de la mejor forma posible. Peor por la distancia que supone una carta escrita a veces, mejor porque ese instante escrito es eterno, desde el primer momento en que se lee, al igual que los momentos que, en la distancia, se sigue amando.

Abrazos.
Flautista de Neón ha dicho que…
Eso es hacer borrón y cuenta nueva.

Tras la ruptura y el dolor, mejor empezar una nueva vida.

Muy bonito relato, Merl, aunque triste, pero cargado de detalles y sentimientos.

Te deseo mucha salud y suerte en este nuevo año.
Unknown ha dicho que…
OTRO DE TUS MARAVILLOSOS RELATOS.

UN BESO MERL

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