Lagrimas



En esta oscura madrugada la melancolía se acomoda entre mi cuerpo. Las palabras escritas de tus ojos son añoranza. Guardo tus cartas en mi caja de recuerdos, juntos a tus besos entre los dibujos de carboncillo de tu precioso cuerpo. Hoy he soñado que quería dejar de soñar, olvidarte tu cuerpo entre mis brazos. Cierro los ojos veo las lagrimas reflejadas en las sombras de la pared.
El frió recorre mi cuerpo en esta madrugada que el viento golpea sin piedad la ventana de esta habitación. Las horas caminan lentamente llevando mi ataúd a sus hombros acompañado de tristes y feas coronas de flores.
La cicatriz la llevo el día que te conocí. No encuentro la razón en el corazón las nubes negras que invaden mi cabeza en las noches oscuras y los días sin sol.
Tus ojos.
Tus labios.
Tu lengua.
Tus pechos.
Tus caderas.
Tus piernas.
Tu cuerpo mi amor, solo te pido una noche.
Soy esclavo de tu amor.
Prisionero de tu cuerpo.
Sediento de tus besos.
Hambriento de tus orgasmos.
Martirizado de ti, mujer tatuada.

Solo se que eres una vulgar prostituta.
Dueña de la barra del burdel.
Vendedora de placer fingido.

Los besos son mis cuentos que escribo todas las noches en la almohada entre versos imaginarios. Cada mañana cambio las sabanas blancas esperando que vuelvas a dormir en ellas.
Esclavo de tus noches.
Prisionero de tus días.
Lagrimas.
Lagrimas.
Lagrimas del corazón.
Dolor de este corazón.
Corazón sin razón.

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