Un espejo cualquiera en la vida


La vida en los pueblos tiene que todos nos conocemos, los mentideros viven en la sociedad de sus calles y plazas.
Iba caminando por la calle principal cuyo nombre hace referencia a la Constitución, que depende en que estado se viva el nombre de la calle, en los tiempos de la dictadura de Franco, avenida José Antonio. En las terrazas de los bares y cafeterías debajo de unas de esas sombrillas que hacen referencia a marca de cerveza e invaden las aceras muchas de ellas con el mal gusto del diseñador de turno de la casa cervecera. Dos hombres de los muchos están sentados alrededor de una mesa entre muchas, tomando sus jarritas de cerveza y hablando supongo de sus cosas, uno de ellos calvo y con bastantes kilos en la barriga y otro con pelo blanquecino invadido de las malditas canas, edad 45 años con destino a los 50 años, pues en los pueblos sabemos la edad de todos o casi todos o sino algunos se la inventan. En fin conclusión como cambiamos en los años, los encontré muy mayores para ser edades parecidas. Vamos que el almanaque de los pueblos no miente jamás, es fiel a los lugareños.
Llegue a mi casa de los espejos, me fui al espejo elegante de la casa que preside majestuosamente el salón con toda su elegancia. Me miro y le pregunto al espejo.
Es verdad que tengo pelo.
- Si señor, así lo veo, tiene usted bastante pelo.
No tengo casi canas, vamos que las pocas ni se notan.
- A si es señor, tiene pocas canas casi inapreciables, se confunden con el color castaño bastante bien y el rubio.
Es verdad que tengo buen tipo.
- Hombre, buen tipo, pues no se que decir, no me obligues a mentir. Quiere saber usted la verdad.
Por supuesto, no dudes, la verdad siempre por delante.
-Tienes un poco de sobrepeso, barriga y algo más…..que usted ya sabe.
Vale, vale, no lo digas, que te veo con ganas de joderme.
Bueno, aparento la edad que tengo, dime la verdad sin joderme.
-Señor usted sabe que los 40 años ya pasaron hace seis años, va camino de los 50.
Bueno, pero tengo aun 46 años, queda camino para los 50.
Sabes que soy presumido espejito.
-Pues así es, señor, presumido y creído de cojones.
No seas mal hablado espejo.
- Es verdad señor, creído de cojones.
Vale dejemos las cosas como están espejito puñetero.
- Usted a empezado señor, sabe que no me gusta mentir.
Pues de vez en cuando miente, cojones. Yo fui quien te compro, por lo tanto soy tu dueño.
- En el contrato señor no decía nada que tenia que mentir. Solo decía que usted tenia que limpiarme, nunca esta por labor.
Adiós espejito. Ya te limpiare.
- Mentiroso.

Comentarios

Pluvisca ha dicho que…
Jajajajaj muy bueno si señor...mejor no mirarse mucho a partir de una edad...

Un abrazo

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