La inocencia de un niño
De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entrareis en el reino de los cielos. ( Mateo 18:3-4)
De niños jugábamos, dibujábamos, corríamos, cantábamos, contábamos cuentos y éramos felices, y a partir de los siete años se va perdiendo la inocencia y lo sociedad no enseña a mentir, no queremos ser diferentes, nos enseñan a competir nos volvemos egoístas, y poco a poco se va perdiendo la esencia de aquel niño que era feliz, que no juzgaba, reía sin maldad, y con una pelota o una muñeca eran podían pasar horas y horas de una tarde de verano.
Comentarios