EL TRAYECTO



Es una mañana de invierno, las nubes se han apoderado del cielo, como todos los días esperaba el autobús de línea que le transportara a su trabajo. Muy abrigado con cazadora de piel, guantes, bufanda negra, pantalones de pana marron claro y zapatos negros, el frio se apoderaba de su alopecia, se maldice por no haber cogido la gorra escocesa que le regalo su hermana el día de navidad. Son siempre la misma gente en la marquesina, nadie se conoce, pero como el tiempo algunas mañanas hablaban de cosas intrascendentes sobre el tiempo o la tardanza del coche de línea..

Sube y aposenta en el mismo sitio de todos los días, es como si cada cual tuviese la misma butaca, va mirando por la ventana con el pensamiento perdido, mientras las imágenes empiezan a pasar por su mente ausente al paisaje urbano, sonido de claxon.

Siempre quiso ser actor, recordaba cada vez que se presentaba voluntario a las obras teatrales de fin de curso, como era siempre rechazado, hasta algún desdichado profesor entre sonrisa en sus labios, le animaba que les ayudara en el decorado, aquello también era participar. Sé sentía mal, llegaba a su casa se encerraba en su cuarto, pasaba horas y horas llorando hasta vaciar las lagrimas, no quería comer, solo estar en su mundo mágico, donde no fuera humillado por nadie, estaba harto de ser ridiculizado, cuando paso al instituto fue un calvario, era objeto de burlas constantes por sus compañeros de clase, entro en una profunda desolación que le llevo a un estado de pánico y depresión.
Empezó a buscar libros relacionados con este arte, aquellos momentos de dejadez le abrieron un día los ojos y se planto ante la depresión que tenia, aprendió a luchar por sobrevivir, sigue en su mundo de aprendizaje.

Hoy todos van con cara de amargados a su trabajo, pero él va radiante, feliz, esta en su mundo, es un actor, esta intentando hacerse un hueco en su mundo, cada día avanza más, ayer el director le corrigió un par de veces la posición del cuerpo, se sintió molesto, cuando llego a casa reflexiono encontró la razón, tenían que mejorar algunas expresiones corporales.

Mañana es el gran día, debuta en la nueva obra, puede ser el gran reconocimiento, que se merecen, no él, sino todos las personas que sufren su dificultad en el habla, que tantos les humillan en chistes de tartamudos, que todos ríen, mientras ellos lo padecen el más autentico silencio, el humorista se lleva los aplausos.

Cuando se levante el telón, y salga a escena, recorrerá con sus movimientos llamativos el escenario dando imagen a un mimo, que la encarna con gran maestría, mientras todos se le burlaban aprendió en su alcoba el arte de la palabra en el cuerpo, gestos, manos, hoy es un experto, sigue siendo muy critico consigo mismo, en su mente esta aprender.

Pero su pasión es otra, ayudar a gente como él, y por eso el teatro es la gran escuela, cada tarde después del ensayo, acude a un colegio, donde enseña la interpretación de la coordinación del cuerpo, muchas veces la gente que tiene el don de la palabra olvida la escenificación.

El final de trayecto le vuelve en si, pero sabe que él es feliz, porque creyó en si mismo, baja sonriente del autobús dándole un guiño a la vida.

Es un mimo.

Comentarios

Sabes que los mimos son los más grandes de los actores? por que tan solo con los gestos son capaces de robarle una sonrisa o lágrima a todo el que pasa :)

Paco cada día me sorprende más leerte y ver como juegas con las palabras con que delicadeza, da gusto ver que hay hombres tan sensibles como tú capaces de hacer llorar a una mujer a través de las palabras, muchas gracias.

Un besazo

Entradas populares de este blog

Fotos antiguas de Benidorm

Mágica y eterna

Aprendiz