EL AMANECER



Sentado bajo la luz del flexo acompañado del polvo que impregnaba la mesa, el insomnio hacia huella en mi cara, llevaba varias horas sin poder dormir, el estado de ansiedad se apoderaba, mi mente empezó relucir el pasado, era un inventario de mi vida. La estufa estaba con la potencia máxima, con pijama y batín, un refresco de bote, entre sorbo y sorbo hojeando mis diarios, viejos fantasmas se estaban ordenando en mi cabeza, aquellas libretas donde la caligrafía en su interior marco mi estado de animo cuando escribía, letra casi ilegible parecida a cualquier viejo médico, que hay que leer varias veces para poder entender, otra más normal, y algunas hojas con unas grafías muy bien cuidadas, decoradas con dibujitos a su alrededor.

La noche en la calle era muy fría el invierno se había aposentado con mucha rabia, el viento soplaba, castigando los viejos árboles desnudos agitaban sus ramas, daban la sensación que se iba romper, las luces de las farolas eran tenues, la calle vivía en soledad, dentro de un par de horas recibirían la vistita rápida de los primeros transeúntes que avanzaran con pasos acelerados.

Mi viejo apartamento, las paredes blancas huérfanas de cuadros, inmaculada donde observo su pureza, la desnudez, como una vez dijo mi profesor de dibujo en aquel instituto dejado por los políticos donde se pasaba mucho frio. “ El blanco es la creación del universo”, aquí sentado en este mundo, hojeando unas paginas que día tras días han estado sumergidas de dolor.

Leo un sueño que anote este verano, mi sonrisa se vuelve generosa, la melancolía me invade. Estoy en una especie de barco, en a Coruña, en el patio rodeado de ventanales, estamos Sandra y yo, en una mesa, donde nuestros anillos relucen, todos nos miran, Las imágenes de la playa levante de Ifach donde caminamos en la orilla, la desnudez de sus pechos despiertan la admiración, de pronto me veo caminando por el paseo de Riazor de a Coruña.

Lo curioso de este sueño, que las imágenes de Galicia son cuando tenia 7 años pase una semana con mis padres y hermanos frente aquella playa de Riazor, no me bañe , en aquel verano hizo muy mal tiempo, todos los días llovía, pero no cuadra mi sueño, ella, en aquellos años seria como yo, una niña pequeña con coletas que sale en fotos del colegio. Pero no encuentro respuestas a mis preguntas, mis imágenes infantiles, fueron unas vacaciones aburridas como muchas con mi familia, museos, calles estrechas, paisajes, siempre a las ordenes de la dictadura paternal. Las imágenes que se entre mezclan con la playa de Calpe en las que fue mis primeras vacaciones con mi novia formal, teníamos 21 añitos pasemos una semana en aquel hotel en primera línea de playa, donde las noches eran de diversión, fiestas, las tardes de siesta eran dos jóvenes haciendo el amor hasta desvanecerse. Las imágenes del patio rodeado en ventanales donde por la claraboya del tejado entraba el sol, era la parte central de aquel gran universo donde habitaban más 500 habitaciones.

Lo más curioso que muchos sueños se repiten, muy parecida los mismos protagonistas, los marcos parecidos, no entiendo muy bien, fue mi primera novia formal, dos años duro aquello, pero las otras dos relaciones serias no salen en mis sueños en una fueron tres años y en la última han sido cinco años, nunca he querido a una mujer como la pasada relación de se fue al traste hace un año. En cambio no ocupa mi mente en mis sueños, solo aquella chica que era la envidia de mis amigos que fue Sandra, por cierto la vi hace unos meses cargado de dos niños y en su cuerpo con mucho peso, la cara muy castigada, me pregunte como cambiamos con la edad, hoy pasa desapercibida donde uno de esos bichos que llevaba de la mano pataleaba en una rabieta, mientras el otro o otra iba en el carrito de recién nacido. Donde solo nos cruzamos un seco saludo de Hola, siguiendo cada uno su dirección, le perdí su rostro en cuando abandone la facultad, alguna vez coincidimos en bares de copas de la ciudad, pero nos ignoramos, cada cual iba con su pareja, aquella relación que se rompió porque siempre he tenido la debilidad por las mujeres, nunca le puse los cuernos, pero le fastidiaba que hablara con sus amigas, comentaba que siempre estaba coqueteando, los celos destrozaron aquella relación donde aquellos dos años los vivimos como nuestra juventud con una intensidad frenética, pero su posesión mato nuestro amor, y lo mande al carajo.

El pasado sábado de madrugada cuando me despedí de unas amigas, una de ellas me dijo: No cambies nunca, pero mis preguntas dentro de mi naufragio en el que estoy navegando sin rumbo, si que tengo que cambiar, Soy solitario en el amor, no lo busco pero lo noto en falta, mis noches de soledad, sin un abrazo, un mimo, un simple beso cuando entro a casa o me voy, esta frialdad de estas paredes me están venciendo, los sueños, que noche tras noche me invaden, me secuestran, pero nunca entenderé porque aparece mi primera novia, solo busco respuestas, las otras relaciones no a parecen están como enterradas en mi corazón, quizás es una puerta que nunca cerré, es mi pregunta que no encuentra respuesta, todas las quise, pero estos sueños recorren las noches entre mi almohada, hasta que se apoderan siendo dueñas de un cansado vagabundo, que noche tras noche camina sin horizonte, esta noche aquí mirando este diario, que durante este año, he estado anotando mis sueños, mis paranoias diarias.

Hoy cumplo mis 33 años, mi depresión avanza como un velocista cuando esta llegando al final, cada vez la zancada esta menos en contacto con el suelo, la respiración se agita con las pulsaciones del corazón, soy una persona que la vida lo esta llevando al abismo, entrar en la madurez me esta matando, me he propuesto enterrar mi juventud, ser una persona feliz. Quisiera esa receta mágica, para lograrlo, pero tengo muy claro que voy a luchar en esta etapa de mi vida, voy enarbolar la bandera del color de la esperanza, la agitare, quiero ser feliz, no me rendiré, nunca fui un perdedor y ahora tampoco.

Esta amaneciendo la noche da paso a el día, voy a dar mi paso, tengo que encontrar esa luz que me ilumine, mi silencio me esta haciendo encontrarme, mientras me acuerdo de un CD, la musica se pasea por mi alma, mientras me preparo para tomar una ducha fría, que me va devolver a la vida después de esta noche larga y oscura.

Hoy saldré a la calle con la mejor de mis sonrisas hace 33 años vi la luz, hoy empezare de cero, quiero ser feliz, como no se, pero voy a luchar como un espadachín parando golpes de sables por todos los lados, donde el movimientos de los pies es el equilibrio, y aquí uno su mente va ser su equilibrio.

Dicen que 33 años esa la edad de Cristo, pero quien coño era, esta es la edad de volver a caminar, con muletas, a saltos, a gatas, como sea.

Como dijo el viejo espadachín cuando le estaban dando sables por todos los lados “ a mi la vida”.

A mi la vida,.

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