Era un nuevo día.




Eran las 7 de la tarde se levanto de la siesta, el cosquilleo se trasladaba a su estomago, la ducha la despejo, se enrollo la toalla como un turbante se dirigió hacia el armario abrio la puerta, ahora empezaba las dudas, que ropa ponerse, costaba distinguir pues estaba hasta los topes, pero ella muchas veces lo veía vacío, que dilema, la cama se fue amontonado de trajes, pantalones, blusa, decidió que iría de sport, cómoda, se seco la melena lisa adornada de mechas doradas en su pelo castaño, se pinto con toques suaves, preparo la camara de fotos en el bolso, la cartera, móvil, tabaco, las llaves, mientras se dirigía para acceder la autoría, la radio sonaba un bolero, su mente se instalada en la melodía, conducía autómata, quedaba una hora para llegar, las imágenes aparecían como en una sala de cine, nítidas sonoras, de vez cuando se distaría algún claxon la volvían en sí.

Dejo el coche casi un kilómetro de la plaza de toros, la gente iba a pie hacia el recinto, como se aproximaba el gentío era impresionante, colas en las puertas, se instalo de pie en albero, comenzaban la cuenta atrás, la gente silbaba, se pagaron las luces, un murmullo entre el publico de repente las luces y la música de repente hizo un subidon impresionante, la adrenalina recorrió su cuerpo, alli estaba su cantante, el amor platónico, el grupo preferido de ambos, saco la camara de fotos he hizo algunas fotos, se dejaba llevar por la música su cuerpo se movía su mente estaba en el cielo, cantaban juntos, cogidos de la mano, en el escenario comenzó a sonar la canción favorita de los dos, sus lagrimas se le empañaron los ojos miraba el cielo, le decía lo oyes, cariño, intento cantar pero la voz no salía, desde lo más alto una voz sonaba en su mente no llores, desde aquí estoy contigo, María disfruta como estoy disfrutando, tranquilízate estoy bailando, sintiendo los acordes, ella lloraba, José te querré siempre, te llevo dentro, intento seguir el concierto no pudo, le pesaba el corazón, pensó en abandonar pero aquella voz le paro, estoy aquí arriba disfrutemos los dos, si te sales, yo me quedare triste, se quedo, poco a poco comenzó a disfrutar del concierto, recordaba en imágenes como pasaban horas y horas oyendo dvd de este grupo en coche para acabar haciendo el amor en aquel habitáculo tan pequeño e incomodo.

Ya de vuelta a casa recordaba como aquella maldita llamada una tarde cuando un amigo común con la voz entre cortada le decía, José no esta, el guardarail le quito la vida, la moto patino por culpa de la gravilla del asfalto y unas gotas de aceite que estaban en la carretera y aquellos trozos de hierro le dejaron huérfana de amor, luz, mucha pena, recordaba aquel fatídico sábado que ojala nunca hubiera existido, aquel día muchas luces se pagaron, su corazón dejo de brillar, desde aquel día odiaba los tanatorios, los entierros les tenia pánico, cuanto dolor le traía aquello, llevaba dos años luchando por salir, pero ver una simple moto de carretera le llevaba a la mente, su novio, todos le parecían él, tanto que disfrutaba de la moto, ella siempre supo que los sábados por la tarde eran para su afición salir a rodar con la peña motera del barrio.

Hoy era el concierto que tanto soñaron los dos, estar juntos, abrazarse, sentir sus brazos fuertes como la rodeaban por la espalda le daba un beso por detrás del cuello, que le susurrara las canciones al oido, como tantas veces. Aquellas letras que conocían con sus puntos y comas, la melodía, sus acordes de guitarra con el sonido del teclado, los redobles de la batería.

Al llegar a casa era tarde se tumbo en la cama, respiro hondo intentaba tranquilizarse de tantas emociones vividas en un par de horas, noto que su corazón comenzaba a brillar, que su luz se encendía, que su chico le decía María la vida sigue ahí a fuera, seguro que encontraras un chico estupendo, sabes que siempre estarás en mi corazón,

José siempre estarás en mi corazón, no sé si mi vida volverá a compartir este corazón que es tuyo tambien, pero te juro que siempre te llevare dentro. Sé feliz allá donde estés, no se si es el cielo, si existe o no, pero noto tu risa contagiosa en mi alma y eso hoy me hace mirar con otros ojos la vida.

Apago la luz se durmió en un sueño profundo. Mientras los acordes de su canción favorita sonaban, él le susurraba al oido TE QUIERO.

Comentarios

Merl ains que romántico te me estas volviendo!!! Una historia preciosa, en tu línea realista como siempre, desgarradora.

Un abrazo.
Paco Mira ha dicho que…
Eternia intento siempre escribir desde dentro de mi, muchas veces o casi siempre vivo mis relatos en este mis ojos se humedecieron mientras componia el pequeño relato.

Besos amiga musa-

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