Un diario perdido.


1 de enero de 2001.

Hoy noto tu ausencia, en estos días mi vida naufraga, intento remar en esta barca de maderas astilladas a contracorriente, la oscuridad se apodera de mis entrañas, mi cuerpo tiene frío, la soledad envuelve la atmósfera en la que habito, miedos se han convertido en las noches de larga espera, el sol no me calienta el corazón.
Recuerdos, recuerdos, recuerdos, solo me quedan recuerdos.
Tus cartas me envuelven de melancolía, las guardo como un tesoro, cada vez que las leo, las palabras se transforman en lagrimas.
La niebla cubre la ciudad todas las noches, en ella me veo reflejado, soy una sombra caminando entre la bruma, imágenes difusas, blanco y negro, la música ha dejado de sonar en mis entrañas, el silencio es un puñal amenazante el brillo de su punta resplandece entre la noche fría.
Una tarde del verano pasado nuestros cuerpos desnudos se bañaban entre los acantilados, besos, caricias, risas, juegos, solo me quedan recuerdos, recuerdos, solo recuerdos.
Llevo todos los días el reloj de pulsera en la mano izquierda, que una noche a luz de la luna llena sentados en el puerto a medianoche, me prestaste tu reloj para que nuestro amor no se para nunca, como las esferas que avanzaban en busca de las horas de amor que tendrían que venir.

Hoy veo tu foto.
Tus cabellos rubios.
Los labios de amor.
Sueño con tus besos.
Cada noche.
Cada mañana.
Al despertar recuerdo tu cuerpo.

Hoy las flores no ríen.
El cielo llora.
Las cartas han muerto.
Las promesas no existen.
Quiero desaparecer.
No puedo.
Soy un cobarde.
No encuentro respuestas.
Solo preguntas.

Comentarios

Pluvisca ha dicho que…
Bufffff, somos todos cobardes cuando el amor cala profundo...

Quisieramos volver atras, despertar y que todo fuera como antes...pero no, ya no hay vuelta atrás y eso nos abruma y nos llena de dolor...

Un escrito lleno de nostalgia y amor...

Un abrazo mErL
anjali ha dicho que…
El corazón se rige por los sentimientos. No conoce de razonamientos como el cerebro. Cuando sufre, se desgarra de dolor y no hay consuelo posible que lo calme. Solo el tiempo y la distancia hace que las heridas vayan curando y cicatrizando. Hemos de darle tiempo para que llore y se retuerza y no sentirnos cobardes por aguantar el chaparrón, sino valientes, porque no podemos hacer otra cosa. La otra salida, el suicidio, si sería de cobardes.
Un abrazo
Carmen ha dicho que…
Supongo que encontrastes ese diario en el que volcaste toda tu desilusión y amargura por un amor roto y el tiempo. que todo lo cura, te ha dado las fuerzas suficientes como para volver a esas páginas del desamor. Buena señal. Pese a todo la vida continua y merece ser vivida con toda intensidad.

Un abrazo

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