Piratas de la vida




El barco corsario navegaba lentamente por el mar de Sagarzos las algas dificultaban  la navegación del bergantín, el calor era insoportable, los días eran lentos, la tripulación cansada y aburrida de las tareas a bordo, los juegos de azar y el vino peleón racionado era el pasatiempo de hombres rudos, vestimenta de colores llamativos, sus caras quemadas del sol, barbas y pelos blancos acompañados de chinches que pululaban a sus anchas entre sus ropajes.

El vigía grito- Tierra a la vista. Tierra a la vista.

La tripulación comenzó a gritar celebrando el posible botín, en sus caras se divisaba la impaciencia por el oro.
El capitán dio ordenes al contramaestre y comenzaron a preparar los botes con los cuales alcanzarían la playa de la isla oceánica.

El mozo de camarote se percato que el cirujano tenia el semblante triste.

Mrs Willian porque esta triste. Pregunto el mozalbete.

Ves todos esos hombres que ahora se afanan en cumplir su trabajo y que durante toda la navegación han reído, bebido y hasta han cantado en las noches tenebrosas de este mar para paliar el miedo que tienen, aunque nadie quiera reconocerlo.  Ahora están alegres y contentos, como otras tantas veces esperando subir a los botes.

Señor dentro de unas millas vamos a ser ricos, por eso estamos contentos.

Cuando suban a los botes para zarpar hasta la playa, sus nombres cambiaran, el segundo oficial  Mrs Barbanegra se llamara envidia, el capitán  Mrs Kidd su nombre sera avaricia, el contramaestre Mrs Roberts se llamara soberbia, el polvorilla Mrs Jack Rackman es codicia, y así todos los tripulantes de este bergantín.

Querido mozalbete este es tu primer botín, vas a contemplar cuando lleguen a la playa consigan las preciadas monedas de oro, nadie se conocerá, la envida, odio, venganza veras en sus ojos, vas a divisar lo peor de cada uno de ellos, y como humillan a los pobres e indefensos indígenas que placidamente viven en sus islas caribeñas.
El oro no tiene amigos, no tiene camaradas, en el nace la venganza, envidia, rencor, odio, codicia  y la soberbia.
Nunca bajo a tierra, ahí nacen las miserias de los humanos cuando el oro reluce.

PD. Las personas cuando hay dinero por en medio dejan de ser personas y se convierten en verdaderos monstruos. Amigos que pasan a ser enemigos, familias rotas llenas de odio, rencor, envidia, que claman al viento venganza. A los humanos no los conoce ni la madre que los parió cuando una palabra llena de tristeza llamada dinero navega por el mar tenebroso de la vida y en sus barcos habitan  piratas disfrazados de personas ejemplares que caminan placidamente por las aceras de cualquier ciudad.

Comentarios

Pluvisca ha dicho que…
Poderoso caballero don dinero merl...que avaricioso es el ser humano...si tuvieramos el mismo afan para ser mejores otro gallo cantaría

Besos

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