Reencuentro con mis cuentos


Una mañana cuando desperté intentando incorporarme desde la cama, las imágenes de la noche anterior impactaron en mi mente cansada. No pude dejar de recordar la casita de mis sueños, aquella en la imaginación vivía en un mundo de felicidad, donde los cuentos eran los reyes de mi casita.
Con la luz de la mañana, el nuevo sol bostezando, y una mirada infantil, me acomode en el sillón de mi escritorio, con la pluma y la libreta de los sueños deje caminar mis sentimientos del niño interior que volvían a encontrar la luz.
Aquel niño triste se convirtió en un niño feliz, contento y alegre, porque el poso de los cuentos guardados en el alma son la esencia escondida en la vida diaria.

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