La palabra más triste.
Llegamos al mundo desnudo sin nada y le abandonamos con una caja de pino o en frasco de polvo, sin nada, como venimos a este mundo de los vivos, locos, cada uno con un grado de demencia.
La gran mayoría de los vivos o mortales su mente es tener patrimonio para que sus antecesores tengan una vida más placida, no escatiman en sacrificios, sudor, lagrimas, todo por bienestar de sus jueces que son sus hijos.
El patrimonio que dejas cuando te vas al otro mundo, no sé cuál, el los adosados silenciosos, aquel que es eterno, eso dicen, porque de alli no se escapa nadie, todos alineados, ordenaditos, mirando fijamente con sus ojos de la foto aquella que estaban muy guapos.
Comienza la batalla de los vivos, aquellos que durmieron en la misma habitación hace décadas, que se bañaban todos juntos en verano en la piscina, se reían, peleaban dentro del agua, que de jóvenes se intercambiaban ropa, hasta secretos de los primeros besos, al cabo de años, todos se ponen el casco de guerra, entran en las descalificaciones mutuas, el egoísmo sale a flote después de muchos años, represalias infantiles, envidia generada durante toda la vida, la ira se instala en sus almas desconocidas, aquella familia que años atrás reían en navidad, gozaban, preparaban con ilusión esa fecha, nadie se conoce ahora, el veneno que llevan cada uno, sale a flote todo por una palabreja.
HERENCIA.
Que palabra más triste. Herencia.
Cambiemos esta palabra por la más hermosa.
Deje a mis hijos la herencia de la bondad, de leer, ante todo ser ellos mismos, con sus errores, equivocaciones.
Les deje en mi testamento, RESPETO.
La gran mayoría de los vivos o mortales su mente es tener patrimonio para que sus antecesores tengan una vida más placida, no escatiman en sacrificios, sudor, lagrimas, todo por bienestar de sus jueces que son sus hijos.
El patrimonio que dejas cuando te vas al otro mundo, no sé cuál, el los adosados silenciosos, aquel que es eterno, eso dicen, porque de alli no se escapa nadie, todos alineados, ordenaditos, mirando fijamente con sus ojos de la foto aquella que estaban muy guapos.
Comienza la batalla de los vivos, aquellos que durmieron en la misma habitación hace décadas, que se bañaban todos juntos en verano en la piscina, se reían, peleaban dentro del agua, que de jóvenes se intercambiaban ropa, hasta secretos de los primeros besos, al cabo de años, todos se ponen el casco de guerra, entran en las descalificaciones mutuas, el egoísmo sale a flote después de muchos años, represalias infantiles, envidia generada durante toda la vida, la ira se instala en sus almas desconocidas, aquella familia que años atrás reían en navidad, gozaban, preparaban con ilusión esa fecha, nadie se conoce ahora, el veneno que llevan cada uno, sale a flote todo por una palabreja.
HERENCIA.
Que palabra más triste. Herencia.
Cambiemos esta palabra por la más hermosa.
Deje a mis hijos la herencia de la bondad, de leer, ante todo ser ellos mismos, con sus errores, equivocaciones.
Les deje en mi testamento, RESPETO.
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Besos amigo.