Profesores de la vida


Se levanto temprano, después de la ducha, tomó un café muy cargado intentaba repasar la agenda diaria, le eran imposible sus imágenes estaban en el último ensayo de la noche anterior, el móvil la relajo, una llamada de un ser especial, siempre atento, en los momentos más duros, la espera, miedos, dudas, incertidumbre todo junto para un día que iba ser muy largo, una conversación en el celular le iba relajando mientras las palabras dulces sonaban en su cerebro como agua bendita, cuando termino la llamada se sentía mejor, una persona feliz desde la distancia que separa ambas ciudades donde cada cual tenia sus actividades profesionales. El móvil seguía sonando llamadas desde las emisoras nacionales, atendía con paciencia y cortesía aquellas preguntas, que eran siempre las mismas, ella pensaba entre pequeñas risas que poca imaginación de los guionistas y conductores de los magazines radiofónicos que luchaban por la cuota de oyentes de la mañana. Hojeo la prensa a la que estaba suscrita llegaba puntualmente todos los días al buzón del edificio donde el portero amablemente se la subía al piso. Hablaban del estreno en el apartado de espectáculos que como siempre estaba en las últimas paginas de los diarios, delante de la programación de la televisión y la predicción meteorológica entre otras cosas, pues el horóscopo andaba en aquellas hojas, nunca creyó en esto, lo leyó con expectación, lo encontró vulgar sin argumentos, le auguraba un mal día. Le dejo mala sensación aquellas letras impresas, volvió a repasar casi de memoria mucho de los diálogos, quien le mandaba leer aquellas memeces que sólo influyen en las personas débiles o desesperadas, quizás hoy ella era una, la cabeza entra en pensamientos pesimistas se fluye una conversación interna en su ser, entre los demonios de su cuerpo que le desgastaban en aquel letargo.

Preparo una comida suave, como siempre en el día del estreno o simplemente de actuación el estomago se cerraba herméticamente, tenía que comer, aunque solo fuera una taza de caldo caliente y un poco de ensalada. La tele estaba encendida con las noticias, como siempre no muy agradables, no podía concentrarse en la pantalla, intento dormir en el sofá, fue imposible, se levanto abrió la carpeta rescato el guión de la obra teatral, leía una y otra vez, las dudas empañaban su mente, si era acertado o podía ser un fiasco ciertas partes, la tarde avanzaba lentamente, como un ritual, el dolor de estomago aparecio, los nervios traían su tarjeta de presentación.
Reviso el armario escogió una ropa cómoda pero elegante a la vez, tomo una ducha rápida, salió en busca de un taxi, mientras el recorrido hasta el teatro, más dudas, los miedos marcaban su cuerpo, tenia frio en el cuerpo, un minuto después tenia mucho calor. Llegó al edificio cuya fachada renacentista que se vestía de gala como en las mejores ocasiones, era el teatro principal de la ciudad, la historia del arte estaba dentro de aquellos muros, entre bambalinas se fraguo muchas decisiones de la ciudad, las mejores damas los hombres más poderosos habían ocupado aquellos palcos centenarios.
Era de los primeros en llegar, reviso los decorados, desde todos los puntos diferentes de la sala de butacas, palcos, mando probar las luces y la megafonía, dio una vuelta por los camerinos, la ropa preparada, perfectamente ordenada, las peluqueras y maquilladoras comenzaban a divisarse por los pasillos que dentro de unas horas se convertirían en un ir y venir de gente con prisas y ajetreo.

Se encerró en su camerino que tenia reservado en intento relajarse tumbada sobre un sofá, dejando su mente en blanco, inspirando, espirando, notando como el aire entraba en su cuerpo y expulsándolo, hasta que su mente entro en armonía con su cuerpo, después tranquilamente reviso su bloc de notas lleno de apreciaciones con sus tachones incluidos y signos que solo entendía ella, si a aquella libreta de tapas rojas se fuese todo a la porra, notas, que visto por una persona ajena, diría lleno de rallas y garabatos.

Se notaba el ambiente que faltaba poco, los actores llegaban a sus camerinos, risas en sus rostros, preocupación en sus acompañantes, ausente a todo se miraban en los espejos mientras las estilistas los vestían y maquillaban cuidadosamente, eran momentos que la tensión se notaba en el rostro de los educadores, ahora los minutos volaban como un bólido de formula 1, en una recta de cualquier circuito.

La gente iba ocupando su localidad, las entradas estaban agotadas desde días atrás, se esperaba con expectación esta obra, iba ser dirigida por una profesional del mundo e inexperta a la vez en la dirección de aquel grupo humano.
Los nervios se apoderaban en todos los componentes del equipo técnico, ella como directora intentaba que su rostro, cuerpo trasmitiera calma, control, sabía que iba a salir bien, pero las dudas ahora eran mezcladas con esas sensaciones malditas que por mucha experiencia que tengas tenían su plaza en aquel teatro sin pasar por taquilla instalado en el cuerpo. Últimos consejos, animo para todos los componentes, las manos las notaba impregnadas de sudor, con un abanico disimuladamente se hacía aire para que el sudor no ocupase la frente estropeara el maquillaje, repasaba el vestuario como les paraba a cada uno de los componente, las peluqueras con cepillo en mano hacían los últimos retoques, mientras desde detrás del escenario se palpaba el ambiente del palco de butacas.

Se levanto el telón los espectadores guardaron silencio, las luces se recostaron sobre las tablas del escenario, la megafonía acorde con las letras que salían de los labios, la obra comenzó su curso, la tensión seguía, los nervios desaparecieron, la guardia no se podía ni debía bajar, el bloc de notas se llenaba de signos desde un rincón, la obra duro 55 minutos donde se mezclaron monólogos, diálogos, movimientos acordes del cuerpo con los sonidos de las voces, gestos perfectos marcados con precisión, el telón se bajo, las luces se apagaron, los aplausos llenaron todo la sala, tres minutos sin parar, la luz se encendió otra vez, se abrió el telón en el centro la directora a sus lados los actores, que eran igual que aquellas estrellas que inundaban las revistas de entretenimientos, aquellos chicos y chicas todos veinte a cincuenta años reían mientras miraban al publico, ellos aplaudían, sus rostros eran de felicidad antes y después, solo sabían trasmitir cariño, eran deficientes, Síndrome Down para unos, en cambio para aquella mujer era la experiencia más grandiosa que había conocido en el mundo, nunca un gesto desaprobación, ni de cansancio, solo trasmitían bondad, ternura y ser humanos muchos más perfectos que otros que se creen normales.

Iban hacer una mini gira, que tenia la corazonada que era una lección para ella, que estaba a mitad de lección aun quedaba días de convivencia, ensayos y sobre todo muchas oportunidades juntos, compartir momentos íntimos con ellos y sus familiares que viven el día a día con los chavales, muchas noches mientras descansan, ausentes a todos sus padres llenan de lagrimas la almohada solo de pensar que el día que falten ellos, llegue algún malvado y les haga daño. Donde sólo existe un cariño infinito.

Llego a casa, era tarde llamo por teléfono era mujer más feliz de la vida, este era un regalo, quería que su amado fuera participe de su felicidad, gracias a esos chavales tan magníficos. Se tumbo en la cama lloro, de felicidad, personas tan humanas que la gente mira de reojo, ella encontró una guía en su vida.

Estaba ante los mejores profesores de la vida, estaba dispuesta ser la mejor alumna.
PD. La foto es el teatro principal de Alicante.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
SOLO PUEDO DECIR QUE ME ENCANTA COMO ESCRIBES Y QUE ERES MUY BUENO.
SIGUE ASI.

SABES?, AUN EN LA DISTANCIA ENTRE DOS CIUDADES, LA ESPERA DE LA LLAMADA DIARIA DEL SER AL QUE AMAS, ES EL MEJOR REGALO. GRACIAS AL TELEFONO, LAS DISTANCIAS NO EXISTEN.

UN BESO.
Anónimo ha dicho que…
Las llamadas acortan distancias y sin duda, la vida es el mejor profesor. Continuamente nos da lecciones, que hay que saber aprender. Me gustó mucho tu historia Merl. Aunque eso empieza a dejar de ser ya una novedad. Un abrazo.
Ando liada, pero quería pasarme por aquí para mandarte un beso.
Anónimo ha dicho que…
Venía a leerte de nuevo, pero imagino que esos niños te mantendrán ocupado. Je, je, je.
Te mando muchos ánimos amigo y un fuerte abrazo. Cuídate y que te vaya bonito.
Hasta pronto.
Y si actualizamos que tal? si, no? venga señor Merl!!! A ponerse las pilas por favorrrr!!!

Besos

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