Buenos días.


Tranquilamente sentado a la luz blanquecina que ilumina las madrugadas en este viejo cuarto de paredes blancas y cuadros heráldicos presiden la estancia el cual es mi refugio donde la paz y el sosiego viven placidamente.
Rezo por el poeta cansado, la pluma escribe al desamor, su cuerpo es desolación, no sabe quien es, el camino es oscuro en sus noches blancas de insomnio, las lagrimas se mezclan en la cuartilla de tinta negra.

Admiro al marinero que nunca tiene rencor, conoce las injusticias del mar, siempre acaban como amigos, ambos conocen el respeto mutuo y la lealtad.

Busco hombres que miren a los ojos cuando hablen, nunca mienten, la sinceridad es su bandera, los actos están repletos de amor en sus hechos, la gratitud es su bendición y todas las mañanas se visten de calma y paciencia.

Recuerdo al viajero hombre solitario no tiene ningún destino, ama el presente, vive la experiencia, degusta las leyendas del destino, observa como un niño cuando descubre todo su alrededor, no conoce los prepucios, sabe que la vida es maravillosa y por eso descubre nuevos pasajes bíblicos del mundo, historias de un pueblo primitivo que llega hasta sus días, y él anota en su diario de viajero para comprender la vida misma.

Sigo rezando por el poeta, que noche tras noche llora en amargura su despedida.
Hombres y mujeres de este mundo. La mejor noticia es cuando nace un niño, es un nuevo explorador de la vida.
La peor noticia, que el hombre es un experto en complicar las cosas hasta tal punto que el odio, venganza y rencor son su pensamiento diario.

Admiro al marinero.
Busco personas con calma y paciencia.
Todos somos viajeros de la vida.

Esta amaneciendo los primeros rayos de sol son plasmados por el pintor, los sueños se pierden en el olvido, y aquí sentado delante de mi libreta encontrando la paz y el sosiego de la mañana.

Tengan ustedes buen día.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Fotos antiguas de Benidorm

Mágica y eterna

Aprendiz