La ilusión se muere.


La estabilidad se tambalea, la gente se pierde en el naufragio, las mentiras fluyen, la desconfianza hace mella en los rostros, la incertidumbre es el aire que se respira, pasamos de ser personas a simples números, los sentimientos no cuentan, nada vale, solo el capital caprichoso dirigido por hombres de chaqueta y corbata, donde lo único que cuenta es el poder de decisión, la vanidad, egoísmo. Fusiones, absorciones, pero siempre paga el débil, los números humanos.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Espero que tu empresa sobreviva al gigante, y sobretodo, que lo haga tu puesto de trabajo.

Besos, y suerte!

Qué asco que siempre tengan que pagar los mismos.

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