Rosas mojadas


El silencio es su espejo, dolor en el corazón, la tristeza de vestido.
No tenia rencor, tampoco odio, eran cosas de la vida, no sabe como fue, si tuvo la culpa o no, solo sabía que caminaba bajo la lluvia.
- Querida, no me queda más remedio que confesarte una cosa. Quiero que sepas la verdad. Hay otra en mi vida.
Lo siento. No quería hacerte daño.
Desapareció entre los paraguas de los transeúntes, la rosa se quedo llorando, ramo de flores en la mano como una estatua en medio de la calle.
Hoy sigue lloviendo desde hace una semana, como siempre en Coruña, los días grises son latentes en el otoño.
Cabellos mojados, botas entre los charcos, chubasquero en el cuerpo, camina por la Calle Real los paraguas de colores son anónimos van sin dirección alguna, la soledad es su compañera.
Días de tristeza.
Días de lluvia.
Coruña siempre fiel a la lluvia.
Rosa sigue vendiendo flores a la entrada del mercado de San Agustín.
Rosas mojadas.

Comentarios

Pluvisca ha dicho que…
Bufffffff, que triste Dios mio!!! es que eso me toca hondo, la frase que le dice...

Escribes de maravilla, no me canso de decírtelo

Un abrazo

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