CARTAS

Abrí la puerta que flanqueaba el portal de entrada, plegue mi paraguas, fui directamente a mi buzón, estaba repleta de cartas, todas de bancos, pagar, pagar, seguimos pagando, de pronto una luz me ilumino mi rostro, alli estaba en el fondo oscuro, pidiendo a gritos, “soy diferente, trátame con cariño” su olor marcaba la diferencia, mire su remitente, el corazón se acelero, mi color de cara subió de tonalidades, mi cuerpo entro en calor muy parecido al de cualquier país tropical, mis manos temblorosas no lograban abrir la carta, la pospuse para cuando llegase al piso, el recorrido del ascensor parecía eterno, me adentre en busca de mis lentes, cogí un cuchillo abrí la carta cuidadosamente, leí con un silencio sepulcral, oia su voz mientras sus palabras se adueñaban en mis entrañas, cada letra denotaba la hermosura de su rostro, su forma clara era su cuerpo, caminaba junta ella cogida de la mano. Mi memoria se poso en aquella grafía, dando toques de color.
La volví a leer lentamente analizando cada una de las palabras, era como ella, sincera, franca, dando toques ternura en cada frase, el tiempo le había moldeado la letra más segura de si misma, la frase del final me dejaba impaciente, las mariposas revoleaban por mí estomago, olí la carta, su perfume estaba impregnado en ella, siempre tan coqueta.

Las cartas de amor nacen desde el alma, están desnudas, como las personas cuando venimos al mundo, salen desde del vientre, amor, cariño, ternura y pasión, mucha pasión desde la procreación.

La inquietud de esperar una carta de amor es la magia en busca del encuentro de dos personas, leer, releer, volver a leer, es como amar a todas horas.

Que hay más maravilloso que un TE QUIERO en una carta de amor, su corazón dibujado de colores, es fascinante.

Las cartas de amor se aguardan en el alma, en un cajón, pasado los años las rescatas del olvido, vuelven ala vida, promesas, ilusiones, mucho amor que hubo, pero ante todo era de verdad, puro, que como la vida se disuelve, acaba, muere, pero el corazón siempre llevara consigo lo bueno que encontró, quizás esas cartas que te enamoraron.

A veces llegan cartas, que nunca se marcharan..

Cartas de amor.

Comentarios

Pluvisca ha dicho que…
Hermoso y tierno relato Merl, eres sensible y cariñoso...aunque no lo muestres abiertamente muchas veces.

Un abrazo.
Merl se me han saltado las lágrimas, tus escritos me llevan a un tiempo en el que amé con el alma y fui amada de igual modo, pero sobretodo a esas interminables cartas de amor emborronadas por las lágrimas en la distancia.

Quién fuese capaz de recuperarlas, quién de volver a leerlas.

Un besazo amigo

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