Los cuentos y la luna
Quizás las leyendas y los cuentos se mezclan tal noche abren su corazón desde el universo se envuelven de una magia especial que al ser escuchados que nos transportan a lugares muy lejanos y e irreales o reales que parecemos los actores principales de ellos.
Al redactar estas palabras, la melancolía llena el corazón de este humano, cuando en la etapa de la infancia de sus hijos, les narraba cuentos propios y de los cuales con cartulina y temperas hacíamos figuras para después representarlas en nuestro pequeño teatro de la luna llena. Fueron horas y tardes noches maravillosas que siempre estarán en el cofre de mis sentimientos benditos y hermosos.
No hay cosa más gratificante que escribir y narrar cuentos a tus hijos, después interpretar con una pequeña y modesta función del arte del teatro. Supongo que esto fue la semilla porque en su juventud durante cuatro años uno de mis retoños estuvo en un taller de teatro juvenil que tuvo que abandonar cuando comenzó el periplo universitario en otra ciudad.
Los cuentos y la luna son compañeros fascinantes, bellos, extraordinarios, no tienen que ser como los de Walt Disney, tienen que ser como la vida misma, con ingredientes infantiles para que comprendan el significado que todo lo viene desde dentro de uno, tiene un significado especial, es la libertad del corazón.
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