14 FEBRERO



Esta limpiando como todos los días, la radio dando noticias, hubo un momento que una cuña publicitaria la sumergió en otro mundo, imágenes confusas negras y sentimientos cruzados, añoranza, unas lagrimas recorrieron sus mejillas, intento ahuyentar fantasmas de su cabeza y volver a la realidad, aquella sonrisa traviesa de pequeña ya se había perdido, donde se había ido, nunca quiso ser mayor, pero lo era.
Siempre la misma rutina, bofetadas y más bofetadas, se notaba como ser inservible, pendiente de todos, de aguantar tomaduras de pelo, se miraba al espejo las arrugas se empezaban tomar vida en su rostro, la falta de tinte empezaba a clarear, añoraba los tiempos de compra de ropa, ahora rebajas y rebuscadas, donde había llegado, con lo feliz que fue de adolescente con sus locuras, reía, hablaba sin parar, divertirse, hasta que el demonio se cruzo en su camino, pero que demonio, cual de los dos, harta de fingir con los dos, ser buena, nunca una mala cara, siempre la sonrisa falsa entre sus dientes.

Quería huir volar, desde el aire, ver a todos y reírse con todas sus fuerzas, y gritar con todas sus fuerzas, que era libre, pero volaba con la música que desprendía los altavoces que aquella compañera de fatiga que era la radio, quería romper con aquella vida, de escenario, donde todas las mañanas se abría el telón, y actuaba rutinariamente, donde nunca oia el aplauso, donde el silencio era una losa pesada en el caminar de los días.

Desengaños, envidias, era para otra gente una princesita de su casa, que vivía bien, sin lujos, pero sin estrécheles, pero era pura fachada, todo mentira, farsa, aquello era una constante en aquella vida que eligió ella, o fue a la inversa, su mundo cada vez más reducido, un abismo de la calle y su casa, el alma luchaba por salir a flote, pero ella se lo negaba, era oídos sordos a los sentimientos, pero en el fondo buscaba esa mirada tierna, comprensiva, que todos los días le hacía vivir.

Todas las tardes a la misma hora, sentada en el mismo banco, soñaba, miraba aquella cara, escuchaba aquella voz, el gesto de sus manos la llevaban a otro planeta, soñaba despierta, donde cogidas con las suyas paseaban por el parque de la ciudad dándole de comer a los cisnes del lago, sentados abrazados rozando esos labios inmaculados que nunca habrían conocido a los de una mujer, sus palabras le devolvían a la irrealidad que estaba, era el momento mágico del día, era feliz, solo miraba, soñaba en tenerlo entre las sabanas, amarlo, besarlo, fundirse hasta llegar a la divinidad.

Al terminar volvía a casa, con pesadumbre, se sentía mal, aquello era imposible, porque los sentimientos se apoderaban de su ser, quería espantarlos, pero en el fondo, quería vivir con ellos, era como la luz de un faro que a mitad de la noche oscura daba destellos de luz, guiando a los barcos que entraban a puerto, ella buscaba ese faro, que le guiara en su vida, que la guiaran en su vida, a la deriva, sin mando.

Quería besos al despertar, caricias, palabras amables, saber que la querían de verdad, no fingir ninguno de los dos, que cansada que mentir, cuanto esfuerzo en luchar contra el amor, hoy era 14 febrero, ella lo amaba, pero era los dos demonios vivían con ella, hacia muchos años, los dos silenciosos, uno por dejadez, se había muerto y nunca supo afrontarlo, él otro, el que la mataba, era silencio, aquel hombre alegre y misterioso de manos de pianista con dedos largos y finos un pequeño libro en la mano, sus andares ligeros, sus pelo ondulando rubio, gafas, que le daban un toque de intelectual, era el cura.

Hoy era 14 de Febrero, para ella era tristeza y esperanza a la vez, pero en el fondo era un sueño utópico. A quien amaba de verdad era aquel joven hijo de Dios o de Satanás.

Comentarios

Ains Merl, los amores prohibidos, quien pudiese gritar al viento que amas sin miedos, quien?

Me gusta tu forma de escribir el amor, de expresarlo, conoces bien el mundo interno de la mujer...

Un besazooo

Entradas populares de este blog

Fotos antiguas de Benidorm

Mágica y eterna

Aprendiz