EL ESPEJO


El espejo devolvía unas imágenes ofuscas, sentado en el sillón delante de aquel cristal.
Se miraba, solo divisaba una sombra, quien estaba en aquella imagen. Mientras pasaba las hojas del periódico sin prestar atención a las letras impresas de fatalidades y discusiones banales, sus ojos leyeron. Chica de joven, atractiva, pechos firmes, culito respingon media hora 30 euros y un número de móvil, un anuncio tras otro, se centro en leer aquel reclamo de amor, de todas las edades, españolas, rusas, latinas, travestís, maduras. Miro otra vez enfrente, vio un hombre en busca de amor, leyendo, anuncios de sexo, más de 100. Paso de hoja llega a deportes, intento prestar toda su atención, pero su mente le llevaba a los contactos, sus manos a las hojas de las relaciones, los volvió a leer todos pausadamente desde el principio..
Levanto la vista enfrente del espejo, era un vulgar buscador de amor, intento quitarse esa idea de su cabeza, leyó toda la cartelera del cine, sus películas, volvió a mirar, una imagen oscura, no se divisaba quien estaba sentado enfrente.
Miro la programación de las televisiones, alzo la cabeza, enfrente encontró una borrosa oscura distorsión de un señor que parecía tener gafas.

Dejo la prensa al lado del sillón se miro otra vez en el espejo, no reconocía aquel hombre sentado enfrente, seguía mirando aquel cristal que presidía la sala para ver quien estaba sentado en aquel sillón de eskay la imagen que transfería, recordó de memoria, chica latina una hora 100 euros, francés sin, estaba perdido entre sus bajezas, en busca de algo, amor, sexo, pasión, no sabia lo que era, solo que tenia mucho miedo, a perderse por los viejos laberintos que arruinaron su vida.

De pronto se abrió la puerta, le invitaron a pasar a la consulta, atrás queda la sala de espera, con una persona extraña, ahora iba salir del espejo. Alli delante de aquellos ojos que disparaban se disponía a coger el sendero de la vida, sus miserias iban a ser escuchadas, sus torpezas, pero en el fondo era un gran tipo, solo que la soledad lo castigo en busca de algo, nunca había conocido, estaba harto de fingir amor, no lo conocía. Era aun joven alto, atractivo, nunca supo saber el camino que le hizo ser esclavo de su banco, de su mente, estaba arruinado, lo había perdido toda su esposa, los hermanos, estaba solo, ante aquel mundo donde se sentía huérfano.

Los miedos le secuestraban, cada vez que entraba aquellos lugares oscuros, de luces de neon volaba como una cigüeña, e iba cambiando de chica, depende de la estación. Era capaz de hablar horas y horas de su vida con cualquier chica a la invitaba a copas, después en la calle se cerraba herméticamente con la gente, era callado, silencioso, en cambio en aquellos burdeles de viejas carreteras parecía un conductor de una gran ciudad que se pasa todo el día al volante, sabia moverse con mucha facilidad.

Buscaba algo más que sexo, pero encontraba vicio, placer diferente, prohibido, aquello le llevaba noche tras noche a ser un esclavo del amor.
La vida se le fue, sus ahorros disminuían a velocidad de vértigo, eran todo deudas de tarjeta de crédito, su negocio esta embargado. Su familia dejo de creer en falsas promesas, su mujer hacia años que lo abandono, él siempre la culpaba por eso llego a esa miseria podrida en la que vivía entre oscuridad y tinieblas.

Alli estaba sentado enfrente de aquella terapeuta, que su rostro no movía ni un gesto de su cara cuando le contaba su vida, cuando termino entonces ella disparo a bocajarro como un pistolero, sin tiempo a que el otro pueda desenfundar, le hizo daño.
Se quedo herido de muerte, entre dolor, lagrimas, y en silenció, el disparo lo tumbo.
Pero se levanto y camino lentamente, se rehizo, entonces la terapeuta le dijo.
Ves como puedes salir de ahí, el amor no se compra, tu comprabas sexo. Y esto tampoco se compra porque si hay amor hay sexo, querido.

Sal a la calle camina busca a la vida, deja en paz al sexo, y los vendedores de amor, porque nadie vende amor.
El amor se da, cuando te lo venda date media vuelta vete. Pero yo te puedo ayudar a salir de la compra, pero tu no tienes que comprar, deja en paz al espejo de la vida, solo sonríele y veras como mañana te sonríe.

El espejo de la vida ve lo queremos ver nosotros, recuerda esto, ahora mira que enfrente tiene un hombre con ganas de vivir, amar, soñar, reír.

Quedaron para la próxima semana la terapia iba ser larga, pero de momento el ir y reconocer sus miserias ya era una parte del camino.

Salió al pasar por delante de un espejo se río, este le devolvió la sonrisa, cuantos días sin ver su rostro alegre, camino un buen rato por la ciudad se detenía en todos los escaparates, quería encontrase reflejado, es estaba encontrado, empezó ser él.

El espejo de su vida.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
PUES SI, QUERIDO AMIGO, EL AMOR NO SE COMPRA.

LO QUE PASA, ES QUE CON LOS AÑOS Y LA EXPERIENCIA, CADA DIA TENEMOS MAS MIEDO AL AMOR, MIEDO A VOLVER A SUFRIR, MIEDO A ESTAR SOLO, MIEDO A ..........., TANTAS COSAS. Y POR CULPA DE ESOS MIEDOS, QUIZAS PERDAMOS LA OPORTUNIDAD DE CONOCER A NUESTRO VERDADERO AMOR. BESOS

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